La Policía Nacional ha destacado que los artículos decomisados no pasaban ningún control de calidad y podrían incluso “resultar perjudiciales para la salud del consumidor", al usar para su fabricación o contener "resinas, elastómeros plásticos tóxicos, pinturas con alto contenido en plomo y dimetilfumarato como absorbente de humedad", entre otros compuestoss.
La investigación comenzó a principios del mes de marzo al tener conocimiento los agentes que en un piso de Valencia se recibían, almacenaban y comercializaban zapatillas deportivas falsas de diferentes marcas de reconocido prestigio que finalmente terminaban en el 'top manta' o venta ambulante.
Se vigiló a los inquilinos de esa vivienda y se averiguó que era utilizada como almacén de la mercancía. Otro domicilio cercano era empleado como punto de venta.
Además, los agentes descubrieron una nave en industrial en Elche donde se importaban y comercializaban al por mayor zapatillas falsas y en la que los sospechosos las adquirían.
La primera valoración económica realizada por el Cuerpo Nacional de la Policía señala que el presunto fraude cometido podría ascender a 1.500.000 euros, valor éste que alcanzarían los modelos de las zapatillas originales.