Elche CF: Un siglo de fieles y otros veletas
La afición del Elche está formada por los seguidores irreductibles que han mantenido a flote al club en sus peores épocas y aquellos oportunistas que han acudido al Martínez Valero cuando los resultados han acompañado
Amor de padre e hijo, amor de pareja, amor de amistad. Existen muchos tipos de afecto hacia alguien o algo, pero siempre que un amor es puro y sincero se nota a kilómetros de distancia. Un padre acompaña a su hijo incluso cuando llueve, un hombre puede esperar a una mujer durante el resto de su vida, un amigo daría la vida por otro y un franjiverde esperaría sentado en las gradas hasta que la palabra «Elche» fuera pronunciada por última vez. Gane o pierda, suba o baje, un verdadero aficionado siempre estará ahí y así lo demuestran las estadísticas.
No obstante, los resultados deportivos son clave para que determinadas personas, los vulgarmente llamados «veletas», decidan o no acudir al estadio. La asistencia media al Martínez Valero aumentó un 150% (de 9143 a 22.807) cuando el equipo subió de la categoría de plata a Primera División, donde mayoritariamente se encuentran los oportunistas, en el año 2013. Más tarde, en el 2015, cuando el equipo volvió a Segunda, la media bajó un 172% (de 22.807 a 8388) para volver a subir un 99% (de 9454 a 18836) con el milagroso ascenso a Primera del 2020, sin tener en cuenta la época afectada gravemente por la pandemia de COVID-19. Estos enormes cambios contrastan con el marginal aumento del 0,13% (de 8388 a 8399) del descenso a Segunda B en 2017, lo que sugiere que existe un núcleo duro de aficionados que siempre ha estado ahí independientemente de la posición del club.
Si para algo sirven los números es para presentar realidades objetivas, por eso no hay nada mejor para hablar de la trayectoria deportiva del Elche que sus cifras de asistencia tanto de local como de visitante. Se podría afirmar que la cantidad de entradas y abonos va ligada a si el equipo arrastra una buena o una mala racha en el terreno de juego, aunque eso no siempre es así. Otros factores importan, como el día en el que se disputa el partido, la categoría, la clasificación o la magnitud de los posibles resultados. Lo que sí es seguro es que ninguna cifra es fruto del azar. Miguel Ors Montenegro, profesor de la UMH, aficionado histórico y director de la Cátedra Pedro Ibarra cuenta que en los años 40 y 50, siendo el Elche un equipo «prácticamente de tercera», conseguía llenar su estadio.
El Elche como local
Se da por sentado que, cuanto más alta sea la categoría en la que esté el equipo, mayor será la masa social que acuda a apoyar a su club. Esto, sin dejar de ser cierto, presenta excepciones. En el caso del Elche, en lo que va de siglo, ha disputado cinco temporadas en la máxima categoría del fútbol español, quince en la división de plata y tan solo una en Segunda B. Lo lógico sería pensar que esta última, la 2017/2018, es la época en la que ha habido una asistencia media menor en el Martínez Valero desde el año 2000. Sin embargo, analizando los datos, se observa que no solo no es la temporada con la peor entrada media, sino que supera a muchas en las que el equipo se encontraba en Segunda División. Para ver la peor campaña en cuanto a asistencia hay que remontarse a la 2006/2007, donde la media fue de 6318 aficionados. El equipo terminó décimo en la clasificación sin opciones de aspirar a nada aquel año. La media de 5000 de la 2020/2021 se debió a las restricciones por la pandemia de COVID-19.
Entre la marabunta de datos destaca el sorprendente pico de la temporada 2013/2014, en la que el Elche volvió a Primera División tras 25 años perdido en Segunda y Segunda B. El equipo alentó la emoción de los ilicitanos con una temporada que pasaría a la historia como la mejor que se recuerda en su categoría, siendo líder de la primera hasta la última jornada, y sumando un total de 82 puntos. Así se reanimó una afición que prácticamente triplicó su media de asistencia en solo dos años, pasando de 8544 a 24.660 aficionados.
El récord absoluto de asistencia, aunque podría esperarse de enfrentamientos contra titanes como el Real Madrid o el Fútbol Club Barcelona, se lo lleva el Elche-Granada de la final del play-off del ascenso a Primera División en la temporada 2010/2011 con un lleno absoluto, cifrado entonces, según las asistencias oficiales en cerca de 36.000 espectadores, en la que el equipo, finalmente, solo consiguió empatar, resultado que no le sirvió para lograr su principal objetivo. Lo que rivales mucho más grandes no alcanzaron, lo consiguió el conjunto franjiverde gracias a las esperanzas de un ascenso que no llegó. Por este y otros motivos, las gradas del Elche son consideradas unas de las más fieles del fútbol español. Un aficionado inamovible como Antonio Pamies, documentalista y creador de la base de datos más grande conocida del club, lo explica diciendo que el Elche ha estado «100 años de pie» debido al «apoyo de la gente».
Antonio Pamies, creador de la mayor base de datos conocida del Elche: «Que el Elche haya estado 100 años de pie se debe al apoyo de la gente»
Esta marca de aficionados se convirtió en la mejor entrada del siglo, superando a enfrentamientos históricos como el partido contra el S.D. Compostela en la 2000/2001 (25.000 espectadores) en la que el equipo logró la permanencia en Segunda consiguiendo revertir un marcador adverso de 0–2 al descanso, el choque contra el Villarreal B en la 2009/2010 (32.752), en el que el club estaba a tan solo un punto de dormir en puestos de ascenso directo, o del día en que, tras empatar a uno contra el Barcelona B (temporada 2012/2013; 33.318), se consiguió el ascenso a Primera de manera matemática.
Todas estas entradas, junto a la visita del Atlético de Madrid (también en la 2000/2001) son los partidos con mayor asistencia que ha tenido el Elche en Segunda durante el siglo XXI. Ya en la máxima categoría, el récord se lo lleva la trigésima séptima jornada de la 2013/2014 (33.069), en la que el equipo local necesitaba al menos sumar un punto contra un Fútbol Club Barcelona que se jugaba la liga para sellar su permanencia.
Más allá del momento deportivo que esté viviendo el club, el día de la semana también es un factor fundamental para determinar la cifra de espectadores que acuden al Martínez Valero. Hasta la fecha, desde el 22 de agosto de 1999, se han jugado 513 partidos en el templo ilicitano, sin contar encuentros amistosos. De esa gran cantidad de duelos, 424 se han librado un sábado o domingo (siendo este último el día en el que más se ha jugado), mientras que los 89 restantes han tenido lugar entre semana. Los aficionados siempre han sido reacios a las jornadas intersemanales, sin embargo, los datos arrojan que la media de espectadores presenciales en los partidos entre semana (12.588) es mayor a la de aquellos jugados durante sábados y domingos (10.253). Estas y otras cifras de inicios de siglo han sido extraídas y contrastadas con la base de datos de Antonio Pamies.
El Elche como visitante
Fuera de tierras ilicitanas, el Elche ha disputado 521 encuentros hasta diciembre de 2022, de nuevo sin contar amistosos, visitando un total de 109 estadios con sus distintas aficiones y colores. Los Pajaritos, la casa del Numancia, es el estadio que más veces ha visitado el Elche durante el siglo XXI, con 15 ocasiones. El Camp Nou, por su parte, tiene el récord de asistencia en un partido del Elche como visitante, ya que 85.073 personas se reunieron este año para ver el Barcelona-Elche de la sexta jornada.
Otro logro de la afición del Elche fuera de casa ocurrió en la jornada número 10 de la temporada 2012/2013, en el enfrentamiento del club contra el Real Murcia en la Nueva Condomina, donde más de 3000 personas, que ocuparon aproximadamente 50 autobuses, se desplazaron a la ciudad murciana para ver jugar a su equipo. En la novena jornada el Elche se colocaba líder invicto de la Segunda División con 25 puntos, y como si de una burla del destino se tratase, fue el partido que más movilizó a la gente el primero que perdieron de la temporada. De nuevo, los datos muestran al Elche como un club sin grises: o todo blanco, o todo negro.
En algunos momentos se ha tratado al Elche Club de Fútbol como un equipo sin afición, un equipo vacío en cuyo estadio resuenan los cánticos de los rivales cuando la situación es adversa. Si tan solo todos aquellos que afirman esto tuviesen la oportunidad de hablar con cada una de las personas que llevan el escudo tatuado en su corazón, si tan solo pudiesen tener todos estos datos en la mano para darse cuenta de que incluso en los momentos más bajos de su historia el Elche siempre ha contado con una masa fiel y admirable, sabrían que mientras el Aromas Ilicitanos retumbe entre las gradas blancas y verdes, nunca habrá silencio en toda la ciudad.