La incertidumbre por el Tajo-Segura reduce en Elche un 25% la superficie cultivada de alcachofa esta temporada

Este lunes, jornada previa a que el Consejo de Ministros pueda aprobar el plan hidrológico del Tajo, que es el que afecta directamente al trasvase Tajo-Segura, se ha conocido en Elche que la incertidumbre en torno a la disponibilidad de agua proveniente del mismo ha provocado ya la reducción en un 25% de la superficie cultivada de alcachofa, que es la hortaliza de invierno más extendida en el Camp d’Elx.

El Consejo de Ministros podría aprobar este martes el plan de cuenca del Tajo que contempla un recorte en el trasvase de más del 50% de agua para regadío a partir de 2027, si bien el Ministerio para la Transición Ecológica ha reducido los aportes de ese trasvase agua para regadío en los últimos meses.

La campaña de hortalizas de invierno en el Camp d’Elx se desarrolla este año con una previsión de producción de 19,5 millones de kilos, fundamentalmente alcachofas de la que se esperan recolectar en torno a diez millones de kilos.

Pese a lo llamativo de la cifra, representa alrededor de un 10% menos que la producción registrada el pasado año.

Otra de las características de la presente campaña de hortalizas de invierno radica en que se consolida la tendencia al alza de las variedades híbridas, sobre todo de alcachofas, que se diseñan con un objetivo claro: hacerlas más resistentes a las enfermedades que les afectan.

Este invierno, la extensión de cultivo de alcachofa se ha reducido en 200 hectáreas respecto a la pasada temporada. A ello ha contribuido de manera importante la incertidumbre que se cierne en torno al trasvase Tajo-Segura a raíz de los recortes que ha anunciado para el mismo el Ministerio para la Transición Ecológica.

Una campaña más, el cultivo estrella del Camp d’Elx es la alcachofa, cuyo cultivo se extiende por 600 hectáreas de superficie, lo que supone una reducción del 25% respecto a temporadas anteriores.

Tras la alcachofa, las hortalizas que más presencia tienen en la agricultura ilicitana es el brócoli, la coliflor y la romanesco, con 500 hectáreas de cultivo, y una producción estimada de siete millones de kilos

En torno a 150 hectáreas ocupa el cultivo de patata del verdete, de la que se espera recoger en torno a un millón y medio de kilos, y las habas, cuya presencia tiende al descenso, se extiende a lo largo de 50 hectáreas de superficie, estimándose su producción este año en un millón de kilos.

Merma por el calor y la humedad del inicio del invierno

Por otro lado, loa agricultores del Camp d’Elx han recibido con los brazos abiertos el descenso de las temperaturas. Al menos de momento, las heladas no han aparecido lo que provoca que el frío sea positivo para los cultivos.

Ese frío era más necesario que nunca después del calor y la alta humedad que se han vivido en semanas anteriores y que han sido perjudiciales para los cultivos que se trabajan en estos momentos, que son fundamentalmente las hortalizas de invierno.

Especialmente la alcachofa se ha visto afectada por esa situación de altas temperaturas y humedad.