La Guardia Civil ha destacado la insalubridad de ese trofeo, que todavía contenía la piel del animal y no había sido tratado para su transporte. Además, las altas temperaturas y la forma de esconderlo en un plástico durante varias horas podrían haber supuesto un riesgo sanitario por una posible putrefacción de los tejidos.
Tras detectarse la presencia de una especie animal, desde el aeropuerto se dio aviso al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil para que se hiciera cargo.
Al pedir la documentación necesaria, el propietario de la maleta resultó que carecía de licencia de caza y de permiso para la captura de este tipo de animales, por lo que fue denunciado por una infracción administrativa a la Ley de Caza y Pesca.
La Guardia Civil se incautó de la pieza y la llevó al Centro de Recuperación de Santa Faz, y ha quedado a disposición de la Consellería de Medio Ambiente.