JORGE HERNÁNDEZ | EXALCOHÓLICO

“Para el adicto al alcohol, una copa es demasiado y mil no son suficientes”

El alcoholismo es una enfermedad mental que acompaña al enfermo por adicción durante toda su vida

Ángel Sánchez Sánchez

Elda | 29.04.2022 12:04

Jorge Hernández, exalcohólico, ha superado la adicción y ahora ayuda a otras personas a reconducir su vida. | Onda Cero

Jorge Hernández (Elda, 1974) se educó en el seno de una familia católica, formado en un colegio privado de la iglesia. Empezó a coquetear con el alcohol y con las drogas a edad muy temprana, marcando así todas las decisiones de su vida. Es padre de dos hijos adolescentes, Jorge y Javier, junto a su mujer, Sandra. Su familia ha estado a su lado desde que empezó su redención. Jorge lleva cinco años sin tomar ningún tipo de alcohol o droga. Su recuperación continúa y sus ganas de pasar página, ayudando al mismo tiempo a otras personas que han sufrido el mismo problema que él, le motivan a seguir adelante.

El consumo de alcohol y drogas se ha incrementado durante la pandemia. Cada año en el mundo, cuatro millones de personas pierden la vida por culpa de la bebida. ¿Qué le llevó a ahogarse en el consumo?

Padezco una enfermedad llamada adicción, que no es reconocida como tal. El consumo de alcohol y drogas va sometido a que eres una mala persona o a que te mueves por malos ambientes, pero los que nos quedamos ahí enganchados es porque padecemos esa enfermedad. La adicción se manifiesta con el consumo de alcohol y otras sustancias.

¿Qué se esconde detrás de la parte visible de la adicción?

Normalmente, los adictos somos personas hipersensibles con falta de comunicación. Cuando algo no nos viene bien, tomamos nuestra anestesia: alcohol, cocaína o heroína.

¿Cuándo se dio cuenta de que era un adicto?

Cuando mi vida está destrozada. Mi familia me deja, pierdo mi empresa. No sabía qué me pasaba. La enfermedad te hace ver que las personas de tu alrededor están en tu contra. Tenía que hacer algo, mi vida era ingobernable. Para el adicto al alcohol, una copa es demasiado y mil no son suficientes.

¿Pensó que iba a perder el contacto con su familia y que iba a quedarse sin nadie que le apoyara?

Cuando se fue mi mujer pensaba que me quedaría solo. No podía estar con nadie que no estuviera consumiendo. Las drogas se convierten en el centro de tu vida, te aparta de todo y se queda contigo. La droga te ofrece su mundo a cambio de quitarte el tuyo, es ella y tú.

La droga te ofrece su mundo a cambio de quitarte el tuyo, eres tú y ella

Debido al alcohol, ¿ha consumido otro tipo de drogas?

Sí, cocaína hasta los 42 años.

¿Hubo alguien que le indujera a beber?

Sí. Las personas con las que me relacionaba en mi juventud consumían, eran consumidores sociales y yo, como ellos, sufro una enfermedad. Llegó un momento en que esas personas dejaron ese hábito y yo volvía a engancharme con más fuerza.

¿Cuál fue el momento más duro en su vida a causa del alcohol o las drogas?

Fue el momento en el que yo estaba encerrado en una habitación de mi casa, en la que tengo un estudio de música, y mi madre estaba en el otro lado tocando la puerta y diciéndome que por favor saliese. Yo respondía que me dejase en paz, que no valía para nada, que era un drogadicto y me quería morir. Estaba hundido.

He llegado a ser agresivo con mi mujer y mis hijos por culpa de los efectos del alcohol

Debido a la bebida, ¿cambia usted su forma de ser o comportarse?

Sí, cambias tu manera de ser totalmente. Te vuelves más prepotente, déspota y quieres imponer tu razón. No desarrollas empatía. Si la otra persona no está de acuerdo contigo, se convierte en un gilipollas.

¿Nota algún comentario que le haga sentirse estigmatizado por parte de la sociedad?

No me siento estigmatizado por mi pasado. A día de hoy, al contrario. La gente que me oye hablar y que sabe cómo estaba, me busca para ayudar a familiares o amigos. Estoy orgulloso de poder ayudar a esa gente. Quienes ahora me buscan se han dado cuenta de que soy mejor persona que antes.

¿Qué recuerda de aquellos primeros días, semanas y meses de terapia? ¿Qué se le pasaba por la cabeza?

Miedo, incertidumbre, pensaba que no encajaría allí. Me quedaba con las cosas que me decían, quería hacerlas a mi manera y así no funciona. Te tienes que dar cuenta de cómo puedes gestionar tu vida sin el consumo y encajar en el mundo.

¿Sus hijos saben de su pasado lleno de excesos? Como padre, ¿Cómo le cuenta esa adicción? ¿Cómo reaccionan y actúan?

Mis hijos saben por todo lo que pasé. Les dejo que hagan lo que quieran, pero con moderación. El que yo haya sido adicto implica que ellos también puedan serlo en un futuro. Hasta que no lo sean, no se van a dar cuenta; de nada sirve que yo le diga algo para evitarlo. Eran consientes de mi adicción porque nunca les he ocultado nada.

Desde qué dejó la bebida, ¿ha vuelto a sentir la necesidad volver a beber? ¿Qué le impide a no hacerlo?

Sí, claro. Pero gracias a la figura del padrino, persona al que consultas todas tus acciones, he evitado situaciones en las que podía haber recaído. Por no fallarle a esa persona que ha depositado su confianza en ti, no lo haces. Cuando comencé con la recuperación en 2017, recaí dos veces. En mayo y en junio de ese mismo año. Y desde entonces no he consumido ninguna sustancia estupefaciente.

¿Ha pasado por algún momento agresivo contra su familia por ir ebrio?

Muchísimos. He sido agresivo con ellos por los efectos del alcohol. De muchas cosas que me han contado, no recuerdo nada, no era consciente. Mi mujer quería ayudarme y no sabía cómo. Mi mujer me dejó, pero volvimos cuando me recuperé y ahora seguimos juntos. Soy responsable de cómo enmiendo mis actos. No lo hago con culpa, pero sí con arrepentimiento.

¿Qué le lleva a ayudar a personas que sufren el mismo problema que usted tuvo?

Hace algo más de cinco años, seis o siete personas que yo no conocía de nada, se comían mis 'mierdas' siempre sin ofrecerles nada a cambio. Yo soy quien soy ahora por ellos. Entonces, es tan bonito lo que me pasó que por qué voy a ser egoísta y no ayudar a otras personas que están sufriendo esa enfermedad.