“A la eliminación del personal de refuerzo que fue contratado durante la pandemia, se suma ahora el importante incremento de la carga burocrática que están sufriendo tanto el personal docente como los equipos directivos de los centros, que deben elaborar un mayor número de informes para la Conselleria de Educación, además de rehacer las programaciones para adaptarlas al nuevo currículo que fue aprobado a finales de agosto”, han denunciado desde CSIF.
En ese sentido, han explicado que, “más allá de la propia actividad competencial del personal docente, en todas las etapas educativas están asumiendo otras tareas, como la elaboración, tramitación burocrática, desarrollo y evaluación de todo tipo de proyectos educativos, de fomento de la inclusión educativa, de promoción de la lectura, de convivencia, de igualdad, de atención a la diversidad, de organización de la jornada escolar, de transición entre etapas educativas, de formación permanente para el desarrollo del proyecto educativo o de renovación y reposición del material curricular, entre otros”.
“Se trata de un exceso de tareas administrativas que, además, coinciden habitualmente con otros trámites que ya saturan de por sí los centros, como el periodo de matriculaciones o la revisión de libros y material escolar”, han remarcado desde CSIF que, en ese sentido, han pedido a la Conselleria de Educación que, “reduzca y elimine los trámites burocráticos innecesarios y, además, refuerce tanto los sistemas informáticos como las plantillas para que el personal pueda centrar todos sus esfuerzos en preparar e impartir de manera adecuada las clases, dedicar mayor tiempo al alumnado y garantizar la calidad docente de los centros educativos”.