SALUD

El Hospital Vithas Aguas Vivas sensibiliza a la población sobre el ictus infantil

Una buena rehabilitación es fundamental para recuperarse con las menores secuelas posibles

Luis Méndez

La Ribera |

Dra. Carolina Colomer

En Más de uno La Ribera hemos hablado sobre esta cuestión.

El pasado sábado 26 de octubre conmemoramos el Día Nacional del Daño Cerebral, y ayer, 29 de octubre, fue el Día Mundial del Ictus. Estas fechas nos invitan a reflexionar sobre el profundo impacto que este tipo de lesión tiene, especialmente en los más pequeños. Cuando un niño sufre daño cerebral, no solo cambia su vida, sino también la de toda su familia, afectando su día a día y su desarrollo. Para hablarnos más sobre este tema y la importancia de una atención temprana, tenemos hoy con nosotros a la doctora Carolina Colomer, Directora Clínica de IRENEA (Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas Aguas Vivas y Vithas Valencia Consuelo). Doctora Colomer, muchas gracias por acompañarnos.

Dra. Colomer: Muchas gracias a vosotros por la invitación.

Luis Méndez: Doctora, ¿cómo se define el daño cerebral adquirido (DCA) en la población pediátrica y cuál es su incidencia?

Dra. Colomer: El DCA en niños se refiere a una lesión súbita en el cerebro después del nacimiento, afectando la actividad neuronal y la integridad de las células cerebrales. La causa más común es el traumatismo craneoencefálico, con una incidencia aproximada de 110 casos por cada 100.000 menores de 15 años, y aumenta a 618 por cada 100.000 en adolescentes. Es, de hecho, la principal causa de muerte y discapacidad en esta población. Otros tipos de DCA, como los ictus o encefalitis, también afectan a los niños y tienen una incidencia de 82,5 por cada 100.000 habitantes.

Luis Méndez: Y concretamente, como una de las causas que ha citado de daño cerebral, ¿qué nos puede decir sobre los casos de ictus en niños?

Dra. Colomer: Aunque es menos común que en adultos, el ictus afecta al 15% de la población pediátrica, y 7 de cada 10 niños presentan secuelas. En España, unos 18.000 menores sufren un ictus al año, y más de 12.000 quedan con déficits neurológicos persistentes, como epilepsia o problemas de aprendizaje. Es fundamental un diagnóstico precoz para minimizar estas secuelas y comenzar la rehabilitación lo antes posible.

Luis Méndez: ¿Cómo afectan estas lesiones a los niños y a sus familias?

Dra. Colomer: Las consecuencias son complejas y multidimensionales, afectando tanto al nivel físico como cognitivo, social y emocional de los niños. Esto se traduce en limitaciones en sus actividades diarias, restricciones en su participación y una disminución significativa en su calidad de vida. Además, las familias también experimentan altos niveles de estrés y sobrecarga debido a estas situaciones.

Luis Méndez: Entendemos que la rehabilitación es clave. ¿Qué nos puede decir sobre los programas de neurorrehabilitación para niños?

Dra. Colomer: Efectivamente, la rehabilitación temprana y bien planificada es fundamental. Cada vez hay más evidencia de que la dosis de rehabilitación, es decir, la frecuencia, intensidad, tiempo y tipo de intervención, juega un papel crucial en la recuperación. Un enfoque personalizado y adaptado a cada niño permite que las intervenciones sean más efectivas, potenciando la plasticidad neuronal y mejorando la funcionalidad a largo plazo.

Luis Méndez: Para cerrar, ¿cuál es su mensaje para las familias?

Dra. Colomer: Mi mensaje es que, aunque el DCA en niños supone un gran desafío, también hay esperanza. El cerebro infantil tiene una gran capacidad de plasticidad, y con un tratamiento adecuado, es posible minimizar las secuelas y mejorar la calidad de vida de los pequeños y sus familias. Porque si algo deben tener claro las familias es que “el diagnóstico no es un pronóstico”. El futuro de sus hijos todavía no está escrito.

Luis Méndez: Muchísimas gracias, doctora Colomer, por su tiempo y por compartir esta información tan valiosa.

Dra. Colomer: Gracias a vosotros.

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