se desmiente que lo encontrado esté relacionado con rituales de santería

El hallazgo de restos humanos y objetos rituales rompe la calma en Calpe

La aparición de varias sábanas anudadas con huesos humanos y objetos supuestamente usados en un ritual en aguas del Peñón de Ifach han roto la tranquilidad de la plácida y turística Calpe (Alicante), cuyos vecinos viven con estupor y desconcierto la sucesión de estos macabros hallazgos.

ondacero.es

Madrid | 02.09.2016 17:50

La Guardia Civil ha hallado una nueva sábana anudada que al parecer contendría restos humanos y objetos supuestamente usados en rituales de santería en aguas cercanas al Peñón de Ifach de Calpe, en Alicante. | EFE

Han aparecido a una profundidad de entre 4 y 5 metros en la bahía calpina tres sábanas anudadas que envuelven restos óseos humanos, al parecer de un individuo enterrado hace entre 30 y 40 años, y objetos utilizados en algún tipo de rito, lo que han quebrantado la calma de los vecinos.

Entre las piezas, una estatuilla de bronce de la que se cree que pueda tener algún significado satánico, así como un cuchillo, plumas de aves, un cuenco, ramas de arbustos, el esqueleto de un pájaro y una muñeca de juguete.

También había fotos con nombre y apellidos de una docena de personas vivas de varias provincias españolas -cuyas identidades no han trascendido salvo que hay al menos una en Extremadura- así como papeles de requerimientos a estos individuos de la Agencia Tributaria.

En cuanto a los restos óseos humanos, debió haber sido enterrado hace varias décadas por la pigmentación terrosa que presentan los huesos y se desconoce la identidad y procedencia, ya que no ha habido exhumaciones en los cementerios cercanos.

La tercera y última sábana encontrada hasta el momento, recuperada a 4,5 metros de profundidad con más huesos y objetos, está decorada con símbolos esotéricos, y aumenta el asombro de los vecinos en un momento aún de gran afluencia de visitantes.

Los calpinos y calpinas consultados no vinculan el hallazgo de los restos rituales a supuestos poderes mágicos del conocido Peñón de Ifach, el emblema de la ciudad, y afirman que debe tratarse de una casualidad, aunque están preocupados. "Yo no me vuelvo a meter en el agua de momento", ha relatado medio en broma y medio en serio la camarera de un restaurante cercano a la playa de la Fossa, situada enfrente del Peñón.

Otra empleada de un bar consultada ha comentado que estos siniestros descubrimientos están en boca de los habitantes del pueblo, no así de los miles de turistas que visitan estos días la ciudad, la inmensa mayoría extranjeros. "Nos sorprende porque no es algo que ocurra todos los días. Parece que es obra de alguien muy cuerdo y no de un loco", ha señalado esta joven, quien prefiere mantenerse en el anonimato.

Otra vecina ha comentado que como consecuencia de lo ocurrido, en los últimos días casi no se ven a los habituales pescadores jubilados que eligen el espigón del Peñón (frente a la zona de los hallazgos) para lanzar la caña, y que hay menos gente de la usual paseando por la cercana senda litoral. "La gente parece enmudecida; están impactados, quizá también por la repercusión que tiene en la prensa", ha advertido.

En un primer momento, los restos se asociaron a rituales de santería pero, el presidente de la Asociación Española de Santería Afrocubana (precisamente con sede en Alicante), Paulino Hernández, ha desmentido rotundamente que lo encontrado esté relacionado con su actividad porque "en ningún rito santero se pueden usar huesos humanos".

Por ello, ha expresado su pesar por la errónea asociación que ha habido y ha insistido en que la santería es "una religión que no trabaja con cadáveres sino que ayuda a las personas para que puedan salir adelante en su vida resolviendo situaciones de salud y estabilidad", y ha añadido que cree que los hallazgos deben estar vinculados con "algún culto o rito" distinto.

Los descubrimientos tuvieron lugar después de que bañistas y practicantes de buceo en superficie (snorkeling) confundieran al principio las sábanas con despojos de barcos de pesca o desperdicios arrojados por alguna embarcación de recreo.

Se cree que estos "paquetes" pudieron ser lanzados, lo que investiga la Guardia Civil, cuyos buzos del Grupo de Actividades Subacuáticas (Geas) se han encargado de las extracciones y siguen aún peinando el fondo marino por si hay más sábanas.