PUESTA A PUNTO II: Quemar

PUESTA A PUNTO II: Quemar

Seguimos recuperándonos de los excesos vacacionales y si la semana pasada la puesta a punto pasaba, si o si, por centrarnos en la mesa y comer sano y con control, hoy la cosa va de eso que siempre vamos posponiendo. De movernos. Porque sin ejercicio no hay adelgazamiento y para mantenerse joven hay que sudar. Pero… sudar como reacción a un esfuerzo y no a una deshidratación, que no siempre sudar implica adelgazar.

ondacero.es

Madrid | 28.09.2012 11:15

Gimnasio | Agencias

Decía Henry Ford, y por eso lo suyo fue la automoción, que el ejercicio físico es una bobada. Si estás bien no lo necesitas y si estás mal no puedes hacerlo. Una frase con la que hace un siglo mucha gente podría estar de acuerdo, pero hoy no.

Uno de los mayores cambios sociales que se ha producido en los últimos 30 años tiene que ver con nuestra percepción del deporte. Ahora tenemos claro que vamos a vivir muchos años y que queremos vivirlos, bien. Que queremos una vejez mejor que la de nuestros padres. Que hay que cuidarse. Y que eso significa entre otras cosas hacer ejercicio de una forma moderada y continua. Lo tienes indoor y previo pago, en gimnasios, polideportivos… y lo tienes outdoor sin que te cueste un céntimo, al aire libre. Lo importante, ya sea “dentro” o “fuera”, es que varíes el ejercicio ya que el cuerpo se comporta como una máquina y si siempre hace lo mismo, se acostumbra y se oxida.


Es evidente que para adelgazar tiene que haber consumo calórico. Dependiendo de lo fuerte que te encuentres y el objetivo que persigas, tienes todo tipo de actividades. Ya sea en bici, con guantes de boxeo, en un step… todo eso está muy bien, pero además de moverte hay que tonificar. De esos 4 o 5 días que recomiendan hacer ejercicio a la semana, un par de veces, deberías pasar un ratito en la sala de pesas para mantener activos tus músculos. Algo que te va a ayudar a moverte mejor pero sobre todo a adelgazar porque a mayor tonificación mayor consumo calórico incluso en reposo.
Si lo tuyo no son los gimnasios, el ejercicio más sencillo, completo y barato que puedes hacer al aire libre es… correr. Se puede hacer en cualquier momento, solo hay que ponerse unas buenas zapatillas y vencer la pereza.

Pero aunque todos sepamos hacerlo, eso de correr tiene también sus riesgos sobre todo cuando uno no se calza bien. Si vas a empezar busca consejo en tiendas de Running porque suelen estar regentadas por atletas que te ayudarán a elegir las zapatillas que evitarán que te duelan las articulaciones y te lesiones. Y cuando ya tengas la rutina, varía. En la variación está la mejoría. No hagas siempre los mismos kilómetros por la misma zona y al mismo ritmo porque tu cuerpo, se acostumbra.

Y por último. No maldigas a las agujetas porque tienen su gracia. No para quien las sufre, aunque si para el cuerpo ya que significa que has trabajado y que has activado zonas “dormidas”. Pero sobre todo, si quieres evitarlas… ¡olvida el agua y azúcar! El remedio-panacea de nuestras abuelas no se sostiene científicamente y lo único que te puede dar es una hipoglucemia. Lo único que puedes hacer para que te duelan un poco menos es comer una hora más o menos antes de entrenar, hidratarte en todo momento y sobre todo estirar bien los músculos después del ejercicio.


Mil besos