Ellos son Teodoro Rodríguez de la Pinta y Antonio Sánchez, alias Toni. Juntos formaron hace 13 años el Taller T&T, en la madrileña calle de Fenelón allí por San Blas. Estos dos héroes de la estética y la pureza, trabajaban en Waterman y en Parker, y cuando los dueños decidieron llevarse los talleres de reparación a Francia, los dos decidieron darle una oportunidad a esta España polarizada, y abrieron su virtuoso taller de maravillas.