NITS DE RÀDIO, AMB DAVID CERVELLÓ

¿Los cielos han podido influir en el arte a lo largo de la historia?

Los paisajes reflejan no solo la belleza de la atmósfera, sino también las emociones y vivencias de los pintores.

Desde el Mediterráneo de Sorolla hasta los amaneceres de Lorena, la luz es la clave que define los paisajes de grandes maestros.

La atmósfera ha transformado el arte pictórico con juegos de color y sombras desde tiempos inmemoriales.

David Cervelló

catalunya |

Los cielos, más allá de ser un simple fondo en las obras pictóricas, se han convertido en protagonistas que a lo largo de los siglos han contado historias de luz, color y clima. En el libro Los cielos retratados: viaje a través del tiempo y el clima en la pintura, publicado por Editorial Crítica, su autor, José Miguel Viñas, físico, meteorólogo en Meteored y divulgador científico, invita al lector a explorar la relación única entre arte y meteorología.

“Los pintores vivían experiencias ligadas al medio atmosférico, como tormentas o periodos de frío extremo, que inevitablemente influían en sus obras”, explica José Miguel Viñas en una entrevista en el programa Nits de Ràdio, de Onda Cero Catalunya. Esta conexión se percibe en los detalles de paisajes antiguos que capturan las atmósferas vividas por los artistas, y en cómo estas influencias moldearon el arte en diferentes épocas.

La luz es un elemento crucial en este diálogo entre clima y pintura. Según Viñas, “la luz, que proviene del sol y atraviesa la atmósfera, cambia según el momento del día y las condiciones climáticas. Todo ello queda reflejado en las obras”. Artistas como Sorolla lograron plasmar la esencia de la luz mediterránea, mientras que pioneros como Claudio de Lorena marcaron un antes y un después en la representación del amanecer y el atardecer en la pintura.

El paisaje, que en un principio era considerado un telón de fondo, ganó protagonismo con artistas como Peter Bruegel el Viejo. En sus obras, influido por los inviernos de la pequeña edad de hielo, el clima se convierte en un elemento principal. “Hasta ese momento, los paisajes invernales no eran motivo pictórico. Bruegel cambió la percepción de estas escenas, integrando nieve y tormentas como protagonistas”, detalla el autor.

La revolución impresionista trajo consigo un enfoque distinto. Para los impresionistas, la fidelidad al detalle pasaba a un segundo plano frente al reto de captar la fugacidad del momento. “No hay dos días iguales. Su meta era plasmar la esencia de un instante, y lo hacían pintando al aire libre, completando sus obras en horas para evitar cambios de luz”, apunta el meteorólogo.

Viñas recuerda que los cielos no solo reflejan las condiciones meteorológicas, sino también las emociones y vivencias de los artistas. Los cielos retratados: viaje a través del tiempo y el clima en la pintura es, pues, una invitación a contemplar la pintura desde una perspectiva única, donde arte y ciencia se entrelazan para ofrecernos un testimonio del pasado y un viaje por el tiempo a través de la atmósfera.