Los Mossos d'Esquadra han intervenido más de 150 empresas y han bloqueado un centenar de cuentas bancarias implicadas en la presunta estafa.
La operación policial se inició cuando varias personas denunciaron que, después de firmar una hipoteca inversa o pedir un crédito personal, veían que en realidad habían rubricado un contrato de compraventa del piso.
Algunas de las víctimas acabaron siendo desahuciadas. En total, los agentes detuvieron el viernes pasado a diez personas y el juez decretó prisión para nueve.