Presidente de la Generalitat catalana

Carles Puigdemont: "La historia prueba que la represión no frena el deseo mayoritario"

El presidente catalán, Carles Puigdemont, ha confesado este viernes sentirse vinculado al movimiento estudiantil antifranquista de 'la Caputxinada' y ha remarcado que la historia demuestra que "no hay represión, violencia física, verbal, jurídica o política que pueda evitar el deseo de la mayoría".

ondacero.es

Madrid | 11.03.2016 18:41

El presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont | EFE

Puigdemont y el rector de la Universidad de Barcelona (UB), Dídac Ramírez, han presidido hoy el acto conmemorativo del 50 aniversario de la asamblea constituyente del Sindicato Democrático de Estudiantes de la UB, que se celebró en plena dictadura en una sala anexa al convento de los Capuchinos de Sarrià y que pasó a la historia con el nombre de 'la Caputxinada'.

En el acto, el rector ha firmado una resolución que revoca todas las sanciones académicas a los estudiantes y profesores que constituyeron el Sindicato y las impuestas también a otros alumnos y académicos en el período preconstitucional por motivos políticos.

Puigdemont ha destacado que 'la Caputxinada' representa "la manera catalana" de defender la democracia, es decir, a través de "asamblea, diálogo y paz" y, tras expresar su vínculo con aquellos profesores y estudiantes, ha añadido: "Nos mantendremos fieles por siempre más al servicio de este pueblo".

El presidente catalán ha subrayado que "la historia en general demuestra que no hay represión ni violencia física, verbal, jurídica o política que pueda evitar el deseo de la mayoría".

Puigdemont ha querido dejar claro que, 50 años después, los hechos de 'la Caputxinada', por los que fueron represaliados 67 profesores y 28 estudiantes, serían "impensables" hoy en día y forman parte de un "pasado superado", aunque ha aludido a un "hilo rojo" de unión.

"Nos sentimos directamente vinculados al espíritu de los actos protagonizados por los que sufrieron la represión para defender la democracia, que desafiaron las leyes de entonces y quisieron construir un país mejor a partir de la voluntad de la gente".

"La historia en general y esta en particular demuestra que no hay represión, ni violencia física, verbal, jurídica, política... no hay violencia que pueda evitar el deseo de la mayoría", ha remarcado.

Y ha culminado el discurso con una cita del poeta Salvador Espriu: "Nos mantendremos fieles por siempre más al servicio de este pueblo".

En el acto, el rector de la UB ha firmado la resolución por la que se revocan las sanciones a los estudiantes y profesores de aquellos hechos, aunque no las gubernativas -en algunos casos fueron detenidos y encarcelados-, sino sólo las académicas.

De esta manera, quedan anuladas las notas desfavorables, las medidas por la que se les apartó temporalmente o indefinidamente de las aulas de la UB y de otras universidades; o las pérdidas de matrículas.

En la resolución, la UB señala que tiene competencia para anular las sanciones académicas, que son "intrínsecamente injustas y procedimentalmente irrevocables", una "revocación que no es contraria a la legislación vigente ni al interés público".

En el acto, en el que se ha guardado un minuto de silencio por las víctimas del terrorismo, Ramírez ha subrayado que este "movimiento democrático de estudiantes tuvo una influencia decisiva en la articulación de la oposición democrática del régimen franquista".

El rector ha otorgado una placa conmemorativa al padre Enric Castells, representante de la comunidad de los Caputxins que estuvo presente en la asamblea celebrada entre el 9 y el 11 de marzo 1966.

Castells ha remarcado que la comunidad hace cuatro siglos que está en el barrio de Sarrià de Barcelona y que "siempre ha acogido" a todo el mundo, bajo el lema de "paz y bien", y ha recordado que en aquel momento dieron cobijo a los estudiantes "por dignidad" y sin querer ser los religiosos en ningún momento "protagonistas".

En el acto celebrado en el paraninfo de la UB han intervenido también el profesor emérito Borja de Riquer, la exmiembro del sindicato Mariona Petit, un alumno que actualmente estudia en la UB, Lluís Forcadell, y otro profesor de la Universidad, Ramon Torrent.