Las tensiones se han aflojado entre la CVE y CECALE. Después de admitir una deuda de casi dos millones de euros y culpar a varias provincias de no pagar su parte correspondiente, la crispación se ha relajado en el caso de Valladolid. La CVE ha decidido flexibilizar su postura y abonar el dinero, aunque no se cumpla con los tiempos marcados para el plan de viabilidad.