La organización ASAJA señala que para el tipo de terreno que se cultiva en León esta cantidad de lluvia, en esta época del año, es especialmente excesiva, lo que conlleva que se paren todas las labores agronómicas y que no haya una previsión de cuándo se van a poder volver a retomar.
Las lluvias han interrumpido la cosecha de maíz y remolacha a los pocos días de haberla iniciado, han parado la recolección de patatas que ya estaba en su recta final, y han interrumpido también la recolección de las últimas fincas de alubias y de girasol, dos cultivos que para los que todavía están en el campo, se dan prácticamente por perdidos.
El secretario de ASAJA, Jose Antonio Turrado, teme sobre todo por lo que depare en las siembras de cereal y otros cultivos herbáceos de invierno, particularmente en tierras de secano, donde la superficie sembrada a duras penas alcanzará el 20% de la prevista a final de campaña. Además, en la comarca de Los Oteros las labores venían más retrasadas con motivo de la entrega de las fincas de reemplazo de la concentración parcelaria.