Pero si algo caracteriza a esta crisis sanitaria-económica, (con respecto a anteriores), es que ha supuesto un cambio en los modelos de vida y de consumo de la sociedad, con una acelerada transformación, en consecuencia, de los modelos organizativos y procedimentales de nuestras empresas.
Por este motivo y para analizar la actual situación, la Federación Empresarial de Ciudad Real (FECIR CEOE-CEPYME) ha realizado un sondeo entre las empresas de la provincia, bajo el título “Barómetro empresarial 2020-2021 de la provincia de Ciudad Real”.
Este cuestionario ON LINE ha sido remitido a pymes, micropymes y autónomos, habiéndose recibido, durante el primer trimestre de 2021, un total de 386 participaciones, respondiendo a preguntas relacionadas con el número de trabajadores, actividad de la empresa o facturación, además de adelantar las previsiones de cara a este 2021.
Es destacable que, aunque haya habido más participación procedente los grandes núcleos poblacionales, ha podido contarse con la información de empresas de gran parte de la provincia, contando con negocios de 37 municipios de la provincia comprendiendo todo tipo de volumen poblacional, siendo Ciudad Real la población más grande, y Terrinches, el núcleo poblacional menor de ellos.
El balance económico y laboral de los negocios durante el ejercicio 2020
Tras el análisis de las respuestas recibidas, FECIR CEOE-CEPYME concluye que el 81,4% asegura haber descendido en la facturación de 2020, con respecto a la de 2019, siendo el 32,4% de los casos un descenso de más del 50% en dicha facturación. Del 18,6% restante, cerca del 5% afirma haber mantenido cifras similares, mientras que el 11,7% responde haber aumentado su facturación entre un 1 y un 24%.
Además, el 54,8% de las empresas informan que su plantilla no ha variado en 2020 con respecto a 2019, mientras que un 35,7% ha visto reducido su personal (la mayor parte, el 16%, entre un 1 y un 24% de la plantilla a inicios de año, mientras que el 11,7% ha llegado al 50% del personal).
De hecho, el 52,1% afirma haber tenido que realizar algún ajuste de personal, teniendo que acudir, en su mayoría (92,9%) al Expediente de Regulación Temporal de Empleo (siendo el ERTE de Suspensión de Contrato el más frecuente, con un 58,2%).
Un dato a señalar es que el 51,6% no ha recibido ninguna ayuda a su negocio durante el año 2020. Del 48,4% restante, las ayudas que más han llegado al tejido empresarial han sido las procedentes de la Administración Regional (68,1%), seguidas por las Estatales (36,3%), dejando claro, a través de comentarios libres, la necesidad de más ayudas o que éstas sean más accesibles por parte de las Administraciones Locales.
Previsiones 2021
En cuanto a 2021, se confía que, con unas medidas preventivas menos severas que las adoptadas al inicio de la pandemia, se pueda mantener o incluso aumentar en algo la facturación respecto a 2020, si bien, entre los comentarios individuales, son numerosos los que aseguran que no será posible, a corto plazo, alcanzar cifras similares a 2019.
Así, la mayor parte (el 48,4%) espera mantener la facturación del ejercicio (un dato nada positivo, teniendo en cuenta que el volumen de negocio descendió en el pasado ejercicio). No obstante, el 31,9% espera recuperar facturación con respecto a 2020. El dato más alarmante es que el 19,7% espera una bajada, por segundo año consecutivo.
A nivel laboral no se espera una recuperación en cuanto a los puestos de trabajo perdidos durante la pandemia, ya que sólo el 13,8% espera aumentar la plantilla respecto a 2020. Del resto, la mayoría, el 71,8%, espera al menos mantener el personal con que contaba al empezar este 2021.
Los datos recogidos no vienen sino, en opinión de Carlos Marín, presidente de FECIR, “a constatar que aún queda mucho por hacer para poder garantizar no sólo la recuperación, sino la supervivencia del tejido empresarial”. Por este motivo, desde la organización patronal provincial se vuelve a insistir en la “necesidad de ayudas reales y efectivas, que no discriminen a tantos sectores afectados por el COVID 19, que se excluyen injustamente como beneficiarios”, recordando el recientemente publicado Proyecto de Ley de medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia empresarial en respuesta a la pandemia de la COVID-19, “que excluye de los posibles beneficiarios, sin ningún motivo lógico, a casi 50 actividades económicas que también han sufrido durante la pandemia”.