Durante la vista oral, el acusado ha reconocido los hechos pero asegura que fueron consentidos por el joven. Cuenta que se lo encontró cuando iba en el coche y le invitó a subir para tomar una copa en un pub.
Sin embargo, al final se dirigieron a un camino a las afueras del pueblo y fue allí donde mantuvieron relaciones sexuales. El acusado niega que intimidara al joven, que le pegara y que le amenazara con que tenía una pistola para obligarle a realizar felaciones.
Asegura que había complicidad entre los dos para que nadie les viera en el momento de los hechos y que incluso los grabó en un teléfono móvil.
Por su parte, la victima ha declarado que el acusado le pidió que le guiara hasta un pub porque no sabía donde estaba. Y que en lugar de ir a este local, fueron a un camino donde, según su versión, le obligó a mantener relaciones sexuales y hacer cosas que él no quería.
El joven dijo que lo tuvo que hacer porque tenía miedo ya que el acusado le indicó que tenía una pistola y que si le decía algo a su madre la iba a matar.
En sus conclusiones finales, la fiscalía ha mantenido la petición de 8 años de cárcel para el acusado por un delito de abuso sexual con acceso carnal.
Mientras la defensa mantiene la petición de la libre absolución de su cliente aunque ha contemplado la posibilidad del abuso sexual como calificación alternativa si el tribunal ve algún delito. En este caso, el abogado de la defensa pide un máximo de un año de prisión.