Jesús Peña, comenta la complejidad de su puesta en escena, actores-manipuladores "que verdaderamente hacen magia, creando una atmósfera con luz y sonido donde ellos pasan desapercibidos para dar todo el protagonismo a los personajes".
La violencia, la muerte, el humor más negro...ingredientes de una atrevida apuesta que goza de las bendiciones de la crítica, aunque su director reconoce "que el arte es subjetivo, e igual te puede encantar que generar rechazo".
Lo que es indiscutible es la calidad de "Teatro Corsario", compañía reconocida dentro y fuera de nuestras fronteras con una dilatada trayectoria.