El Banco de Alimentos de Cantabria “asustado” ante la puesta en marcha de la tarjeta monedero anunciada por el Gobierno
La entidad está a la espera de conocer más datos, pero teme perder la ayuda de Europa
El Banco de Alimentos de Cantabria se muestra “asustado” ante la puesta en marcha, el próximo uno de abril, de la tarjeta monedero. Desde la entidad están a la espera de conocer más datos sobre la aplicación de esta tarjeta, pero temen perder la ayuda europea. Y es que, después de un 2023 donde Europa les redujo la asignación de alimentos y tuvieron que hacer frente a la compra de leche y aceite con el mismo número de usuarios, miran con incertidumbre este anuncio. También ven compleja la administración de alimentos al estar, en principio, predefinidos, así como la distribución de beneficiarios.
“Ahora nos encontramos en un punto el que no vamos a recibir absolutamente nada, no sabemos muy bien si los beneficiarios se van a derivar a otro sitio o no se van a derivar, o cómo va a funcionar, porque la tarjeta monedero es solo para familias con hijos, pero hay muchísimo beneficiario que no tiene hijos. Estamos un poco asustados y un poco a la espera”, explica Gema Díaz Domínguez, presidenta del Banco de Alimentos de Cantabria.
Desde Cáritas Diocesana de Cantabria llevan 8 años trabajando con su propia tarjeta monedero y se muestran satisfechos porque su modelo se vaya a extender. Su presidenta Sonsoles López defiende este modelo porque asegura, “dignifica a las personas”.
Solo durante el pasado año, 3.171 personas en Cáritas cubrieron sus necesidades de alimentación a través de estos nuevos formatos con una inversión superior a los 375.000 euros. Una cantidad que supera el millón de euros en los últimos tres años.
Las tarjetas se recargan bajo demanda y de forma controlada y permiten a los usuarios adquirir productos de alimentación e higiene adecuados a sus necesidades en cada momento. Son siempre personas que reciben un acompañamiento integral en Cáritas y que, en ocasiones, solo necesitan ese apoyo durante unos meses, mientras acceden a otros recursos o su situación económica mejora.