La economía balear se sitúa un 9,1% por debajo de los niveles de actividad prepandémicos, según CAEB
Las Islas crecieron económicamente un 13,9% durante el primer trimestre del año
La economía balear se sitúa un 9,1 por ciento por debajo de los niveles de actividad prepandémicos, según el informe de 'Evolución Económica' correspondiente al primer trimestre de 2022 publicado este jueves por la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), que indica también que la economía de las Islas experimentó un crecimiento del 13,9 por ciento los primeros tres meses del año.
Con este comportamiento, el archipiélago se adentra "en la normalización de los niveles de actividad y empleo anteriores a la irrupción del virus", han destacado desde la entidad.
"La relajación progresiva de restricciones y la apertura al turismo internacional están detrás de que la actividad económica de las Islas se esté normalizando", ha añadido la presidenta de la CAEB, Carmen Planas.
Dicho proceso de normalización se ha extendido a los distintos sectores no agrarios de la economía balear. Particularmente, los servicios han intensificado su ritmo hasta el 15,5 por ciento durante el primer trimestre al impulsar nuevamente su actividad con el retorno del turismo internacional --que se ha multiplicado por 4,5 respecto al año pasado-- y la vuelta progresiva a los hábitos laborales y sociales de la población local.
Al mismo tiempo, la industria "ha dado muestras de resiliencia" manteniendo su avance en el 6,1 por ciento frente a las primeras tensiones derivadas del conflicto bélico en Ucrania, mientras que la construcción ha impulsado su crecimiento hasta el 4,6 por ciento.
En sintonía con la normalización de la actividad, el empleo ha crecido un 8,8 por ciento durante el primer trimestre del año, un incremento que, unido al del trimestre anterior (9,2 por ciento), ha permitido superar, por segunda vez consecutiva, los registros prepandemia (+2,2 por ciento).
Así, la incidencia del desempleo se ha rebajado al 10,3 por ciento de la población activa, un porcentaje que recorta significativamente la tasa vigente un año atrás (16,7 por ciento) y que se mantiene por debajo de la media española (13,7 por ciento).
"El balance laboral ha apoyado la trayectoria ascendente del consumo privado del 13,3 por ciento en un contexto en el que la inflación ha encarecido rápida e intensamente diversos productos de la cesta de compra, como la vivienda (24 por ciento), el transporte (13 por ciento) o los alimentos frescos (5,8 por ciento) y elaborados (6 por ciento)", han añadido desde CAEB.
Asimismo, han recordado que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerró el primer trimestre con un incremento interanual del 7,7 por ciento, y se ha mantenido al alza con incrementos récord durante abril (7,8 por ciento), mayo (8,2 por ciento) y junio (10,2 por ciento).
VERANO CON "BUENAS PERSPECTIVAS" DE ACTIVIDAD
Baleares, según CAEB, afronta el verano con "buenas perspectivas" de actividad, "ya que todo apunta que, al menos, en términos de volumen, se retornará a la operativa prepandemia".
Los registros turísticos de abril, que incluye la Semana Santa, han contribuido a renovar las expectativas con 1,3 millones de visitantes, lo que supera ligeramente la campaña de 2019.
Así, han considerado que, si no surge ningún obstáculo adicional los próximos meses, la economía de Baleares podría completar el proceso de normalización al cierre de este ejercicio, teniendo en cuenta el 'agujero' prepandemia de las distintas esferas de actividad, que oscila entre el -3,9 por ciento de la construcción al -10,2 por ciento de los servicios, pasando por el -4,5 de la industria.
Asimismo, dicho proceso de normalización está llegando a todas las economías insulares, como pone de manifiesto el marcador de crecimiento del primer trimestre en Mallorca (14 por ciento frente al 13,3 por ciento del cuarto trimestre de 2021), Menorca (12,5 por ciento frente al 12,6 por ciento anterior) e Ibiza y Formentera (15,3 por ciento frente al 16,8 por ciento anterior).
Con todo, la entidad ha advertido que la entrada en escena de nuevas fuentes de tensión global y elevadas dosis de incertidumbre, relacionadas con la duración desconocida del conflicto bélico en Ucrania, dejan en abierto cualquier previsión sobre el próximo balance anual.