El jurado popular ha declarado culpable de un delito de asesinato al acusado de acabar con la vida de su expareja sentimental tras asestarle de forma sorpresiva 19 puñaladas en el instante en el que ella le abría la puerta de su vivienda y le dejaba entrar, en el municipio mallorquín de Artà. La Fiscalía reclama 20 años de cárcel para el inculpado.
El tribunal del jurado ha dado lectura a su veredicto después de que estos días haya tenido lugar el juicio en la Audiencia Provincial de Palma, considerando al reo, Joan B.P., autor de un delito de asesinato con alevosía y las agravantes de ensañamiento y parentesco.
Cabe señalar que, tras el asesinato, el inculpado intentó suicidarse clavándose un cuchillo pero los agentes de la Guardia Civil se lo acabaron arrebatando. El Ministerio Público solicita también para el acusado, quien se encuentra en prisión provisional desde entonces, que indemnice con 150.000 euros a cada uno de los dos hijos que ambos tenían en común.
Los hechos sucedieron en la mañana del 1 de febrero de 2013, cuando Joan B.P., con la intención de ocasionar la muerte de su excompañera sentimental, acudió al domicilio de ésta provisto de un cuchillo de grandes dimensiones y de un punzón. Una vez que la víctima le dejó pasar al interior, puesto que desde la separación mantenían una relación cordial, comenzó a atacarla con las armas sin que la mujer tuviera capacidad de reacción.
La acusación pública asevera que hasta en 19 ocasiones clavó el cuchillo y el punzón en el cuerpo de la mujer, causándole heridas de hasta 5 centímetros de profundidad y de 17 centímetros de longitud. El manejo con gran violencia de las armas, señala la Fiscalía en su escrito de calificación, produjo que aquéllas alcanzasen las zonas vitales de los pulmones y el corazón, la sección de numerosos órganos y miembros y una masiva pérdida sanguínea.
Tal fue la gravedad de las heridas y lesiones que resultaron infructuosos los intentos de los sanitarios del 061 por salvar su vida, hasta que falleció a las 10.50 horas en el Hospital de Manacor. Por su parte, el acusado, tras la comisión de los hechos, intentó acabar con su vida clavándose un cuchillo en el abdomen, si bien los efectivos del Instituto Armado personados le arrebataron el arma.