El juez decreta prisión sin fianza para nueve de las 16 'claveleras' detenidas en Palma por robar a turistas
El Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha informado de que el juez dejó en libertad provisional a las siete mujeres restantes, mientras que otros tres hombres detenidos en la misma operación quedaron en libertad provisional.
El magistrado del Juzgado de Instrucción número 4 de Palma, en funciones de guardia, acordó este jueves prisión provisional sin fianza para nueve de las 16 mujeres 'claveleras' detenidas por cometer hurtos a turistas en la capital balear engañándoles con la venta de claveles y que pasaron este jueves por la tarde a disposición judicial.
En el auto, el magistrado les imputa el artículo 570 bis del Código Penal sobre pertenencia a organización criminal y les impone a todos ellos una orden de alejamiento del centro de Palma, lugar en el que considera desarrollaban su actividad delictiva.
Cabe recordar que agentes de la Comisaría de Distrito Centro de Palma de Mallorca han detenido en Palma de Mallorca a 19 miembros de una organización dedicada a la comisión de hurtos continuados mediante la modalidad del 'clavel', que los llevaban a cabo mujeres que abordan a sus víctimas en la calle ofreciéndoles cualquier tipo de planta o flor a cambio de un donativo y utilizando diferentes "artimañas" se apoderan del dinero que portan en sus carteras.
Las arrestadas actuaban en parejas o en grupos de tres, se repartían previamente las zonas de actuación y sus objetivos eran principalmente turistas, en especial pasajeros de cruceros. Así, ha destacado que los importantes beneficios obtenidos les permitían llevar un alto nivel de vida.
Por otro lado, la investigación se ha desarrollado sobre una serie de mujeres que de forma multirreincidente se dedicaban al hurto continuado por la modalidad del 'clavel'.
Así, las investigadas actuaban en las zonas con mayor afluencia turística de la isla (proximidades de la Catedral, Jardines del Rey, Plaza de la Reina, círculo adyacente del Parque del Mar, así como el tramo del paseo Sagrera, entre el Paseo del Borne y parque de Sa Faixina).
Durante las pesquisas, los agentes comprobaron que existían dos grupos de mujeres que habían sido detenidas en numerosas ocasiones por hurtos en la zona. A partir de este dato, los policías centraron la investigación en determinar la pertenencia de las investigadas a una organización criminal.
ALTO NIVEL DE VIDA
Finalmente, se hallaron multitud de indicios que confirmaron que formaban parte de un grupo perfectamente estructurado y que su actividad contaba con una planificación previa. Además, se comprobó que, a pesar de no desarrollar ninguna actividad remunerada, gozaban de un alto nivel de vida.
Con toda la información recabada, se solicitó a la autoridad judicial la realización de trece registros simultáneos, durante los cuales se produjo la detención de 20 miembros de la organización, todos de nacionalidad española, excepto un italiano, y se intervinieron 16.932 euros, numerosos billetes extranjeros de hasta 17 nacionalidades, 36 décimos de lotería, diversas armas, 92 gramos de hachís, 225 gramos de aceite de hachís, 89 plantas de marihuana y útiles para el cultivo y venta de droga.
Asimismo, en una vivienda también fue localizada una plantación de marihuana. Aparte de lo intervenido, se ha llevado a cabo el bloqueo judicial de las cuentas de los arrestados en las que, hasta el momento, se han inmovilizado más de 56.000 euros.
La Policía Nacional ha revelado el 'modus operandi' de las 'claveleras', quienes se aproximan a los turistas extranjeros -generalmente pasajeros de cruceros-, ofreciéndoles cualquier tipo de planta o flor a cambio de un donativo.
Con "artimañas" distraen a las víctimas, colocan hábilmente el clavel a modo de 'muleta' para dificultarles la visión y les sustraen el dinero de la cartera. Al robarles sólo el efectivo evitan en la mayoría de los casos que los turistas formulen denuncia por la premura de regresar al barco (si les sustraen el pasaporte o las tarjetas de crédito se verían obligados a interponerla).
Mientras unas actúan otra queda al margen en actitud vigilante para avisar de la presencia policial. Si su intención es advertida por las víctimas, comerciantes o viandantes, actúan de forma agresiva y continúan con su actividad.
En caso de obtener fruto, abandonan rápidamente el lugar tras introducir el dinero en sus zonas corporales íntimas.