Este decreto de emergencia prevé la contratación de brigadas extraordinarias que se sumen a los operarios que trabajan actualmente, así como la reparación de todos los desperfectos que ha sufrido la carretera durante estos días.
El Consell ha informado de que, según las primeras valoraciones de la Dirección Insular de Carreteras, el fuego ha quemado "numerosas" señales de circulación y casi todas las barreras mixtas de madera y acero instaladas en curvas y zonas de acantilados, a lo largo de casi 15 kilómetros de carretera.
Pero el mayor peligro, según la institución insular, son los desprendimientos de piedras, provocados por la quema de la vegetación y las altas temperaturas, que rompieron las rocas y que serán más grandes cuando se inicie la época de lluvias, ha añadido.
Por ello, ha continuado, será necesaria la instalación de vallas metálicas de contención de desprendimientos en varios kilómetros, si bien antes tendrán que efectuarse talas "urgentes" de la vegetación afectada para evitar que caigan sobre la carretera. El asfalto, sin embargo, no se ha visto afectado, ha señalado.