Seis personas han sido detenidas, el Ministerio Fiscal les acusa de los delitos contra la Hacienda Pública y falsedad documental. Otras ocho personas han sido imputadas, la mayoría residían en Palma. La Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil informa que las facturas intervenidas contabilizaban trabajos, en su mayoría ficticios, a los que se incrementaba el importe para obtener mejores beneficios fiscales por deducciones en el IVA y el Impuesto de Sociedades. En el "epicentro" de la trama figuraba un empresario mallorquín fallecido, cuya identidad no ha transcendido. La investigación ha descubierto también que una de las facturas presentadas llegó a alcanzar los 130.000 euros. El asesor fiscal de esta trama ha reconocido haber "inflado" la facturación a petición de la empresa utilizando identidades de personas que a lo largo de su vida tuvieron alguna vinculación empresarial o mercantil con él