Pobreza

Empeora la pobreza severa en Asturias, según Cáritas y Foessa

Sin embargo, hay una mejora relativa de la exclusión social en general

Arturo Téllez

Oviedo | 25.04.2022 14:18

Empeora la pobreza severa en Asturias, según Cáritas y Foessa | ondacero.es

Hoy hemos conocido el informe de Cáritas y la Fundación Foessa sobre exclusión y desarrollo social en Asturias 2021. Es un estudio por tanto que refleja los numerosos meses de impacto socioeconómico de la pandemia. La principal conclusión es que aumenta la desigualdad y exclusión social severa mientras que la exclusión general se reduce al punto de que Asturias no está tan mal como la media española.

En concreto, un 3% de la población, 31.000 personas, es lo que se conoce como “sociedad expulsada”, es decir, no cuentan con elementos que compensen las nuevas penurias. En exclusión severa están 88.000 personas, un empeoramiento de 11.000 personas más en esa situación en un período de apenas 3 años. Todo esto redunda en una tendencia asentada que favorece la desigualdad, resalta la directora de Cáritas Diocesana Oviedo Aurora García.

Sin embargo, el informe califica de “mejora relativamente importante” el que hay más personas integradas, el 84% de la población, gracias a que el número de excluidos se redujo en 30.000 personas de 2018 a 2021. 161.000 personas están en exclusión.

Los responsables del informe señalan que Asturias pasó con menos inconvenientes la pandemia porque hay menos personas con trabajo y más con rentas pasivas que en el resto de España; el salario social; y menor concentración de sectores que fueron afectados por limitaciones. Eso sí, ahora se cierne el riesgo de la inflación, avisa Thomas Ubrich, técnico del estudio Cáritas-Foessa.

El estudio también aprecia cuestiones de mayor precisión. Hay tres brechas que ahondan en la desigualdad: la de género dado que la pobreza alcanza más a las mujeres; la de nacionalidad con exclusión de los colectivos extranjeros; y de hogares con hijos donde se “penaliza” tener descendencia. Los técnicos del informe esperan que la nueva legislación laboral redunde en empleos de más duración. Y en materia de salud alertan del impacto de la pandemia: de los hogares encuestados, 1 de cada 4 tenían al menos una persona con diagnóstico de enfermedad mental y en la mitad de esos casos era por patologías detectadas durante el último año, es decir, en plena pandemia.

A la vista de estas cifras y conclusiones, Cáritas y Foessa: mejorar la atención a personas dependientes o con necesidad de cuidados; mejorar la cobertura del ingreso mínimo vital y el funcionamiento del salario autonómico; reducir la brecha digital y adaptar los servicios sociales a la protección de menores vulnerables, la feminización de la pobreza y la integración de la población inmigrante.