Zaragoza | 28.02.2022 12:54
Desde hace más de 200 años, la localidad zaragozana de Épila celebra sus Carnavales, ni siquiera durante el franquismo, cuando estaban prohibidas estas fiestas previas a la Cuaresma se interrumpió. La concejal de festejos de Épila, Sara Cortés, explica que por lo que les cuentan sus abuelos, se disfrazaban y se escondían para que no les pillaran.
Estos carnavales se caracterizan por contar con dos personajes muy característicos: el Zaputero. Un muñeco relleno de paja que se cuelga en el ayuntamiento y después de las fiestas de Caranaval es condenado a morir quemado en la hoguera. Cortés cuenta que arderá este domingo 6 de marzo.
Y, por otro lado, están las Mascarautas. Los vecinos de Épila se visten con lo primero que encuentran por casa, se ponen en la cabeza un taleguillo y salen a la calle hablando también con voz diferente para garantizar el anonimato. Un taleguillo, como explica Sarta Cortés es un trapo al que se le hacen dos agujeros para los ojos. Antiguamente era un saco, ahora los hay de todos los colores y formas.