Sanidad

Las vacunas de este año, más efectivas contra la gripe

Las dosis que han empezado a administrarse a mayores de 85 años están adaptadas a las cepas que están circulando, algo que no ocurrió la campaña pasada. El experto Nacho de Blas no prevé una incidencia tan alta como la registrada en países del hemisferio sur.

Chema Catalán

Zaragoza |

Las vacunas de este año, más efectivas contra la gripe | Freepik

En países como Australia, donde ya dejan atrás el invierno, se ha registrado en los últimos meses el mayor número de casos de gripe de su historia. El experto en epidemias, Nacho de Blas, explica que una de las razones es que las variantes vacunales administradas frente a la gripe (H3N2) no estaban preparadas para las cepas circulantes. No cree que esa incidencia en máximos se replique aquí, porque las dosis que ya han empezado a administrarse están adaptadas a las variantes predominantes. Por eso, "la protección de las personas será mucho mejor". Prevé que el pico de incidencia se alcance justo después de Navidad, como suele ser habitual.

De Blas recuerda que las vacunas son un instrumento eficaz para combatir la gravedad de los síntomas y evitar así el colapso de Atención Primaria y Urgencias. Hoy de hecho han empezado a administrarse en los centros de salud a los mayores de 85 años y cuidadores que las solicitaron a partir del día 8.

Pero hay otras medidas para evitar riesgos, como el uso de las mascarillas. En este sentido, este jueves, la Comisión de Salud Pública analizará la vuelta de las mascarillas a los Centros de Salud y hospitales cuando aumenten las infecciones respiratorias, tal y como adelantó la ministra de Sanidad, Mónica García. La idea es establecer unos parámetros para que sean recomendables u obligatoriasen función de las tasas de contagios u hospitalizaciones, como ha sucedido en algunas ocasiones desde la pandemia.

En Aragón, la medida también esta campaña sería bien acogida por los sanitarios. Personal de enfermería o medicina en Atención Primaria y Urgencias lamentan que, a menudo, la gente acude con síntomas y sin llevar mascarilla, pese al impacto que puede tener contraer una infección respiratoria en otras personas vulnerables con patologías.