La inmunoterapia supone aplicar unos fármacos cuyo mecanismo de acción consiste en estimular a los linfocitos del cuerpo para que aprendan a detectar las células tumorales y a destruirlas, es decir, se cuenta con el sistema inmunitario del propio paciente para combatir el cáncer.
Eso sí, la jefa de la Sección de Oncología del Hospital Obispo Polanco de Teruel, Ana Ferrer, aclaraba que "no funciona para todos los tipos de cáncer".
Aunque la inmunoterapia es un tratamiento con un perfil de toxicidad mucho menor que la quimioterapia puede provocar efectos secundarios "que los médicos debemos conocer y manejar para poder evitar riesgos a los pacientes", añadía Ferrer, "de ahí la importancia de la formación".