Las noticias sobre altos cargos de la Administración, alcaldes de pequeños municipios o personas que han contado con el 'favor' de quienes administran las vacunas, saltándose el orden establecido para inmunizar a la población, han provocado la indignación y la desconfianza de muchos ciudadanos en buena parte de España.
El profesor de bioética de la Universidad de Zaragoza, Rogelio Altisent, pronostica que, tras el revuelo organizado por estas noticias, el problema no va a tener más recorrido, ya que "a partir de ahora se va a tener mucho cuidado en ser rigurosos".
Altisent pone el acento en la necesidad de diferenciar entre los casos y no hacer tabla rasa, ya que las circunstancias de algunas de las personas vacunadas de forma 'irregular' podrían justificar su inmunidad.