El objetivo es mejorar la imagen de la ciudad, pero también la salud de la población, reduciendo la contaminación, el ruido y el efecto “isla de calor” que se produce en verano. El método se aplicará primero en el bulevar del Paseo de Sagasta, donde a lo largo de este año se renovarán los parterres con nueva vegetación, con un presupuesto de 300.000 euros.
Las nuevas plantas contribuirán a mejorar el bienestar y la sostenibilidad, porque la absorción de gases contaminantes crecerá más de un 200%. Para ello, se aumentará el número de arbustos y se incrementará la zona de sombra en el paseo. Además, se respetará el arbolado ya existente.
La consejera de Servicios Públicos, Natalia Chueca, ha explicado que más adelante continuarán con Gran Vía y otras áreas de la ciudad. Chueca ha añadido que la idea es implantar una nueva "filosofía" en la ciudad, donde los parques o los parterres no sean solo elementos estéticos y contribuyan a mejorar la salud de los ciudadanos.
Para la selección de las nuevas plantas que se colocarán en el Paseo de Sagasta se ha realizado un estudio previo del entorno y se han tenido en cuenta criterios como la resiliencia de las especies vegetales. Además, se han hecho mediciones de gases contaminantes, partículas, radiaciones térmicas o ruido en la zona, para decidir que especies plantar.