Según un informe del centro Neuroactívate y la Universidad de Zaragoza, elaborado en base a 1.700 encuestas, más de la mitad de la población tiene problemas para dormir, especialmente los autónomos o las personas afectadas por ERTEs. A nivel general, aumentan algunos hábitos nocivos y de manera exponencial el uso de móviles y tablets.
El colectivo de mayores de 70 años es el que más tristeza siente por miedo a contraer la enfermedad y porque socializar es muy importante en su día a día para evitar la soledad. En cambio, las personas optimistas y activas son los que desarrollan más actividades que les permiten llevar mejor el encierro.
La coordinadora del informe y neuropsicóloga, María Guallart, explica que los menores de 25 años son los peor lo están llevando y los que muestran más inquietud sobre cuánto tiempo se alargará esta situación. Sienten apatía y tienen mayor insatisfacción e irritabilidad. Por eso aconseja organizar dinámicas familiares y actividades en las que involucrar a los adolescentes.