Ya no hay ninguna zona de la provincia de Huesca libre de leishmaniosis. El cambio climático y el aumento de las temperaturas han hecho que el vector encargado de transmitir la enfermedad, llamado flebótomo, llegue cada vez más lejos. Nos lo ha contado en Más de Uno Huesca, Javier Lucientes, Catedrático en Patología Animal de la facultad de veterinaria de la Universidad de Zaragoza.
El vector busca el calor y hasta hace unos años el Pirineo de Huesca, al igual que la cordillera cantábrica, se consideraban no endémicas. Ahora eso ya no sucede y se han comenzado a detectar casos autóctonos de leishmaniosis en perros de localidades como Canfranc, principalmente entre canes de cazadores. Lucientes ha pedido a los propietarios que no se confíen y ha aportado como dato la prevalencia de la enfermedad que se sitúa en el 24% en la provincia, cuando lo normal es que sea un 14 o 15%.
El objetivo pasa por prevenir la difusión de la enfermedad y la prevención es la única herramienta utilizando los tradicionales antiparasitarios repelentes. Existen también vacunas pero Lucientes añade que no impedirá la infección, solo su curso con mayor levedad.