La provincia de Teruel intenta recuperar la normalidad tras el paso de la borrasca Filomena. A las dos de la tarde de este lunes se han retomado las comunicaciones por autobús con Madrid y Valencia, aunque sigue pendiente el transporte ferroviario de pasajeros.
Todos los municipios se afanan en la lucha contra el hielo y en la apertura de viales a los que hasta ahora no se había podido acceder. Es el caso de Castellote, donde ha establecido su centro de operaciones la UME, para dirigir desde allí el operativo hacia el interior de la provincia. Los espesores en la zona del Maestrazgo han alcanzado cerca de 80 centímetros a lo largo de este fin de semana, aunque sin alcanzar las incidencias de la borrasca Gloria, según el alcalde de esta localidad, Ramón Millán.