2-1: El Málaga se deja la tercera plaza en El Madrigal
El Málaga se dejó arrebatar tres puntos en el estadio de El Madrigal. Cazorla devolvió al Málaga a la tercera plaza de la que se cayó por errores imperdonables en los últimos minutos.
Como le sucediera en ocasiones anteriores frente a la Real Sociedad o el Sporting de Gijón, el equipo de Manuel Pellegrini no supo interpretar el partido que le midió con el Villarreal. Cuando tenía todo de cara un penalti absurdo cometido por Kameni y su consiguiente expulsión y, posteriormente, la mala actuación del portero suplente Rubén y encadenado con todo el entramado defensivo, llevaron al Málaga a la derrota.
Antes del desastre, Cazorla adelantó a la escuadra albiceleste a falta de media hora del final y, tras lo visto en el terreno de juego y hasta ese momento, el Villarreal no parecía tener capacidad de reacción. Sin embargo, podemos entender que más que ganar el partido el equipo villarrealense, fue el Málaga el que lo perdió o no supo ganarlo. Si hasta el gol de Cazorla, que prometió no lo celebró por respeto a su anterior club, el partido estuvo equilibrado y con falta de juego como nota predominante, a partir de este momento el Málaga no supo tener el balon y se lo regaló a un rival marcado por la desesperación. Con más orgullo que otra cosa la escuadra local se acercaba al área defendida por Kameni favorecida por el repliegue que los malaguistas comenzaron a realizar de forma inesperada.
La jugada clave se produjo en el min. 80 cuando Hernán Pérez, que había ganado las espaldas de la defensa malaguista, fue objeto de penalti por un desbocado Kameni que para colmo fue expulsado de forma justa. Marcos Senna se encargó de transformar la pena máxima ante un frío Rubén que nada pudo hacer por evitar el gol. Sin embargo, el cancerbero gallego se convirtió en triste protagonista en los instantes finales donde llevó los nervios a sus compañeros en cada una de sus acciones y, para colmo, falló en la acción final y determinante del choque.
Con un hombre menos por la expulsión de Kameni -incomprensible su actitud burlona cuando abandonó el campo-, el Málaga otro pasó más hacia su portería y no pudo defender peor el empate y, como mal menor, el punto que en ese momento hubiera sumado. Un saque de esquina en el último minuto fue mal despejado por Rubén hacia la frontal del área donde, libre de toda marca, apareció Hernán Pérez para lanzar a portería donde el cancerbero, lento en sus movimientos, se encontraba fuera de sitio y Camacho en línea de gol no pudo evitar el tanto de la derrota.
El Málaga dejó escapar la oportunidad que se le brindó en Villarreal para continuar en la tercera posición que vuelve a estar en poder del Valencia. La falta de ambición, las nefastas acciones de algunos de sus componentes y la mala lectura de los momentos claves fueron determinantes para cosechar una nueva derrota ante un rival que salvo orgullo poco más demostró sobre el terreno de juego.