Un vendaval catalán arrasó a los malagueños en el Nou Congost. El 29-4 del primer cuarto, más 25 para los de Pedro Martínez, se hizo muy pero que muy difícil para los de Ibon Navarro. Al descanso, los locales ampliaron más la renta, +28 (47-21). Y es que absolutamente nada estaba poniendo Unicaja en pista, muy superado por el rival.
Así, hasta el pitido final y ese 86-63 final. Ibon Navarro se culpó de lo sucedido: "Está claro que no he hecho mi trabajo bien. Empezar como hemos comenzado el primer cuarto es decisivo. Lo he intentado pero no he convencido a mis jugadores de lo que nos íbamos a encontrar. La energía que teníamos que mostrar, la agresividad que teníamos que mostrar en ataque y defensa, ha sido muy baja".
La derrota obliga al conjunto malagueño a ganar los dos próximos partidos, el martes en el Carpena, a las 20:30, y el tercero de nuevo en el Nou Congost la siguiente semana, el 19.