Ayer ocurrió lo nunca visto en la historia del club granadino. El Granada CF asaltó el Camp Nou y logró una victoria merecida e importantísima. Además dejó en vilo la competición, evitando que el FC.Barcelona tomara el liderato de la primera división y así encarara la consecución de un nuevo título para sus vitrinas. Fue la granadinista una victoria inesperada, como todas las que se consiguen en campos grandes como este, el Bernabéu o incluso ahora ya en el Wanda Metropolitano, pero fue trabajada, lo de ayer no fue en absoluto producto de la fortuna. Los hombres de Diego Martínez cuajaron un partido perfecto, gracias a lo cual lograron la gran gesta. Defendieron bien, encajaron sólo un gol, porque salir inmaculado de ese escenario y lograr que Messi se vaya a cero es, hoy por hoy, todavía prácticamente imposible, y definieron al contraataque de una manera perfecta. Así en dos golpes magistrales, Machís y Jorge Molina enviaron al Barça a la uvi.
Poco más se puede decir de un partido, que pasará a la historia del granadinismo, como la primera vez que el club rojiblanco logra ganar en este magno estadio ante, todavía, un gran FC.Barcelona.
Pero el espectáculo no se detiene. El Granada CF obtuvo consecuencias muy positivas de la victoria, al volver a situarse a tiro de la pelea por Europa. El objetivo no será fácil, pero pasa, de cualquier manera, por vencer este domingo en Los Cármenes al Cádiz, en el partido correspondiente a la 34 fecha de la Liga. Ojalá haya suerte.