INVESTIDURA

El Congreso acoge el martes la investidura de Feijóo, que activará la cuenta atrás por si hay nuevas elecciones

ondacero.es | Agencias

Madrid | 25.09.2023 06:04

Imagen de archivo de Alberto Núñez Feijóo en el Congreso | EFE/Chema Moya

El Congreso acogerá los próximos martes y miércoles el debate de investidura del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que activará la cuenta atrás para la repetición de unas hipotéticas elecciones, que se celebrarían el próximo 14 de enero, en caso de bloqueo.

La sesión arrancará el martes 26 a las doce del mediodía, con la lectura de la propuesta del aspirante a La Moncloa entregada por el Rey a la presidenta de la Cámara, Francina Armengol. A continuación, tomará la palabra Feijóo para exponer al Congreso su programa de gobierno, para lo que no tendrá límite de tiempo.

Tras su alocución inicial, está previsto que Armengol haga un receso para dar tiempo a los grupos parlamentarios a preparar sus respectivas intervenciones y, después de comer, será el turno de los portavoces de los diferentes grupos, que intervendrán de mayor a menor.

Cada grupo parlamentario contará con 30 minutos de intervención, más otros 10 de réplica. El primero en intervenir será el PSOE, sin que esté todavía definido si participará Pedro Sánchez o el portavoz, Patxi López.

Al PSOE le seguirán, por este orden, los portavoces de Vox, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV y el Grupo Mixto, del que forman parte el BNG, CC y UPN. Y cerrará el PP por ser éste el partido del candidato propuesto.

No tendrá límite de tiempo

Feijóo tiene la posibilidad de responder a cada uno de ellos por separado o a todos de forma conjunta, y sea una u otra opción, no tendrá el tiempo tasado. La sesión se interrumpirá a última hora de la tarde del martes y al día siguiente, a partir de las nueve de la mañana, se reanudará con los grupos que falten más el PP.

Como novedad, ésta será la primera sesión de investidura de la historia del parlamentarismo en la que los diputados que intervengan podrán hablar en las distintas lenguas cooficiales, si así lo deciden, después de que este jueves el Congreso aprobara la reforma del Reglamento con el apoyo de todos los partidos salvo PP, Vox y UPN.

Así, buena parte de las réplicas al candidato serán en lenguas cooficiales, pero desde el PP son muy reticentes al uso del pinganillo para la traducción simultánea, así que deberán estar atentos a los subtítulos de la pantalla del hemiciclo si quieren saber lo que dicen a Núñez Feijóo.

Tras las intervenciones se procederá a la votación, que se hace por llamamiento y cada diputado se pone en pie para proclamar su voto (sí, no o abstención), por orden alfabético a partir de una letra elegida al azar.

Si, como se prevé, Feijóo no obtuviera la mayoría absoluta necesaria para ser investido presidente, se procederá a una nueva votación 48 horas después en un Pleno que se desarrollaría el viernes 29.

En esta 'segunda vuelta', el candidato tendría 10 minutos para intervenir y los grupos 5 minutos para responder, y en la votación posterior se consideraría otorgada la confianza de la Cámara con una mayoría simple (más síes que noes) o, de lo contrario, la investidura sería fallida.

En caso de no prosperar la candidatura del líder 'popular', lo previsible es que el Rey convoque una nueva ronda de consultas en la que presumiblemente encargará la investidura al segundo más votado el 23J, el socialista Pedro Sánchez.

Segunda investidura, a finales de octubre

Este segundo debate de investidura podría celebrar n la segunda quincena de octubre o principios de noviembre, en función de las negociaciones del PSOE con la media docena de aliados parlamentarios que necesitaría.

Eso sí, la votación del miércoles activa el plazo de dos meses que contempla el artículo 99 de la Constitución para lograr una investidura porque, si el 27 de noviembre nadie ha conseguido superar esta votación y persiste el bloqueo, el Rey disolverá las Cortes y habrá nuevas elecciones el 14 de enero.

Para estos casos de repetición electoral, el Congreso ya modificó la Ley Electoral fijando sólo 47 días entre la convocatoria y la celebración de elecciones, ya que se reducen todos los plazos del procedimiento, incluyendo la campaña electoral, que sólo es de una semana.