Morata deja al Real Madrid sin la final de Champions de Berlín
El Real Madrid se despide de la Champions sin haber sido capaz de ganar ninguno de los dos partidos a la Juventus. Los turineses, que empezaron perdiendo por un gol de penalti de Cristiano, se repusieron e igualaron la contienda con una diana de Álvaro Morata. El cuadro de Ancelotti tiró de casta y de corazón, pero el coraje pudo al fútbol y apenas tuvieron jugadas de talento. La final de Berlín será entre Barcelona y Juventus.
Se acabó la historia del Real Madrid en la Champions 2014-15. Los blancos no han podido culminar la remontada tras el 2-1 en Turín ante la Juventus y han empatado a uno en el Santiago Bernabéu ante una 'Vecchia Signora' que se reencuentra con una final de la máxima competición europea de clubes. A pesar de que Cristiano adelantó a los blancos, fue Morata, de nuevo Morata, el que silenció al templo madridista para dejar a sus ex sin opción de ganar la Undécima en la presente temporada.
Todo estaba dispuesto para finiquitar un día soñado. Para dejar las semifinales atrás con una noche mágica. Una que empezó pronto, por la tarde, cuando el autobús del Real Madrid llegó al Santiago Bernabéu arropado por miles y miles de aficionados en su trayecto. Ambiente de gala fuera del campo, y dentro de él, pues a rebosar estaba el templo madridista con una afición unida en la busca de ser el jugador número 12. En la búsqueda de conseguir una final de Champions por segundo año consecutivo, y por verse en ella las caras con el Barcelona.
Todo eso sirvió para contagiar a los jugadores al comienzo. Todos a una. Todos a remar en dirección Berlín. Y todos con un estado de aceleración quizá innecesario sabiendo que con un gol las prisas iban a teñirse de 'bianconero'. Así pues fue la Juventus la que más tranquila estaba, pues las prisas son malas consejeras y no siempre una línea recta es el camino más rápido para llegar de A a B. Los de Allegri estaban mejor, pero a partir del minuto 20 empezó el asedio.
Asedio y gol de Cristiano
Incapaz era la Juve de reponerse a los ataques blancos. En dos minutos tuvieron varias, y tanto pisaron el área rival que en una acción llegó el penalti, tan claro como absurdo, de Chiellini. El central toco por detrás a James y el colombiano, hábil en estas lides, se fue al suelo.Cristiano colocó el cuero en los once metros para luego ponerlo en las mallas de Buffon y salir corriendo a celebrar su diana. Una diana que colocaba al Real Madrid en la final de Berlín.
Así pues ahora eran otros los que tenían que correr, y aunque pueda parecer increíble tuvieron varias contras que pudieron costar bien caras a los blancos. Eso sí, los de Ancelotti tuvieron más, muchas más ocasiones, para irse con 2-0 al descanso. Bale lo intentó de lejos, Cristiano con un zurdazo, al igual que Benzema. Pero no se movió el tanteador cuando el trencilla hizo sonar su silbato para que todos pusieran rumbo al vestuario.
No estaban finos de cara a puerta. No eran capaces de atinar con las mallas de Gianluigi Buffon y al final les pasaría factura. Y es que aquí no vale ir ganando en el minuto 45, aquí vale ganar en el 90. Sólo les valía ganar en el 90. El empate no. El empate servía a la Juventus, que sabía que con eso bastaría para estar en la final de Berlín, en el camino de la tan deseada reconquista de Europa que la 'Vecchia Signora' busca desde hace muchos años. No cambiaron nunca su estilo de juego aunque el 1-0 campease en el luminoso.
Morata castiga la falta de gol blanca
Y ellos sí acertaron, y eso que Casillas sacó dos balones que habrían dejado K.O. al Real Madrid mucho antes del pitido final. Pero los italianos dieron en el clavo y dejaron al Bernabéu en silencio. Sería Morata el que enmudeciese al templo blanco. Morata, el mismo que no valía para el equipo merengue y que se ha marcado dos auténticos partidazos en semifinales. El mismo que es titular en la Juventus. El mismo chico que ha dejado a sus ex sin la tan soñada final de Champions de Berlín.