Granada 1 - 0 Barcelona
El Barcelona ha puesto la Liga en manos del Atlético al caer ante el Granada por 1-0 en el Nuevo Los Cármenes. Brahimi hizo el tanto andaluz y la inoperancia en ataque del Barça, junto a un gran Karnezis, hicieron el resto.
Adiós a la Champions... y un probable adiós a la Liga el que ha protagonizado el Barça en el Nuevo Los Cármenes. Los azulgranas han caído ante el Granada por 1-0 gracias a un gol de Brahimi y se despiden de la idea de depender de sí mismos para levantar el título.
El Barcelona empezó como siempre. Con pausa. Con calma. Quizá con demasiada calma. Parecía que andaban, como si no fuera con ellos la eliminación de la Champions, o las críticas recibidas por la imagen ofrecida. O peor, como si no se jugaran la Liga en el Nuevo Los Cármenes.
Tanto es así que los que corrían, los que, como en el Calderón, vestían de rojo y blanco, se adelantaron en el luminoso. Y no tuvieron más que aprovechar un error, dar un pase y esperar a que Brahimi le ganase la espalda a la débil defensa azulgrana para batir a Pinto.
Uno a cero... y a defender
Con eso bastaba. Con eso, se suponía, que el Barça despertaría. Neymar hacía lo que podía, o lo que le dejaban hacer. Pero de nuevo se echaba en falta a Messi, encarcelado en la jaula montada por Lucas Alcáraz y por los continuos intentos de los del Tata por entrar por un sitio, por el centro. Y por el centro no había ni un solo hueco.
Tras el descanso el Barça sí se dio cuenta de qué era lo que estaba en juego. Quedaban 45 minutos, 45 minutos que podían hacer que se terminasen las opciones de depender de sí mismo en la Liga. Así que, por fin, el Barcelona desniveló totalmente el campo hacía la portería del Granada... pero se topó con un protagonista inesperado.
Gran Karnezis y falta de acierto azulgrana
Se topó con Karnezis, portero suplente nazarí que jugó por lesión de Roberto. Y Karnezis se salió, primero despejando un tiro de falta de Messi que tenía todas las papeletas para ser gol, y luego resolviendo con reflejos y agilidad un barullo en el área que casi acaba dentro. Esa jugada fue también la que definió el ataque del Barça en Los Cármenes.
Porque faltaba chispa. Faltó hambre, faltó ese instito asesino a la hora de buscar la remontada que hizo que la enorme posesión de pelota que tenían los del Tata fuera ineficaz. Cuando llegaban al área se apagaban las luces. Y tantas luces apagadas a punto estuvo de hacer que los de Alcaraz cerrarn el partido con un 2-0.
No fue así, y no lo fue porque El Arabi encumbró a Pinto en un uno contra uno que el del Granada desperdició cuando tenía todo para hacer el segundo. Los últimos minutos se vivieron donde se vivió la mayor parte del encuentro, pero por más que el Barça rondó el área nazarí los tres puntos se quedaron en el sur y la Liga se aproxima a la capital de España.