El Huesca sumó este domingo ante el Granada (3-2) una victoria que vale oro tras darle la vuelta a un partido que se le complicó de inicio, pero en el que la fe y el acierto que faltó otros días consiguieron obrar el milagro de la victoria.
El Huesca superó a un Granada que se desinfló tras el tanto inicial y que pareció tener la mente más puesta en la eliminatoria de la Liga Europa ante el Nápoles que en el propio encuentro en El Alcoraz.
Esto permitió al Huesca, que se jugaba la vida, recuperarse y dar la vuelta al 0-1 para lograr una importante victoria forjada especialmente en la primera mitad, en la que anotó tres goles porque la reacción visitante, con otro tanto en la segunda, no fue suficiente para haber arañado al menos un punto.