El Arsenal, con un polémico gol del defensa Laurent Koscielny en el minuto 93, se llevó ante el Burnley tres puntos vitales y encadenó su quinta victoria consecutiva en todas las competiciones. Los del norte de Londres regalaron su entrenador, Arsene Wenger, un sufrido triunfo para conmemorar los veinte años de su llegada al banquillo 'gunner'.
Después de las victorias de Tottenham y Liverpool, el Arsenal tenía la obligación de llevarse los tres puntos del campo del recién ascendido Burnley para seguir en los puestos de arriba de la tabla. Wenger apostó por los mismos hombres que derrotaron al Basilea en la Champions (2-0), con la única excepción del arquero Petr Cech, que volvió a la titularidad en detrimento del colombiano David Ospina.
Le costó mucho a los visitantes, que tenían la posesión del balón y estaban tranquilos en defensa, pero no llegaban con peligro a las inmediaciones del portero Tom Heaton. A los cuatro minutos de la reanudación, Alexis Sánchez, nuevamente la referencia arriba, tuvo el gol en sus botas, pero su disparo, tras una serie de rechazos de la defensa, lo atrapó el guardameta desde el suelo.
Respondieron los locales con un magnífico remate de cabeza de Gudmundsson que envió a saque de esquina Cech con una mano salvadora. Poco después fue el defensa Keane el que estuvo cerca de subir el 1-0 al marcador, pero su imperial testarazo lo escupió el travesaño ante un Cech prácticamente vencido. La entrada de Alex Oxlade-Chamberlain, que ingresó por alex Iwobi, mejoró al Arsenal, que rozó el gol a falta de cinco minutos para el final con un disparo de Theo Walcott que se marchó fuera por escasos centímetros.
Cuando todo apuntaba al 0-0, un centro de Alexis lo prolongó en el primer palo Walcott y, primero Oxlade-Chamberlain y después Koscielny en semifallo, enviaron el esférico al fondo de la red.