Siempre fue a remolque el Barça ante Olympiacos. Sucumbió al escenario, a la calidad de Spanoulis mientras éste aguantó físicamente y a la durísima defensa de los griegos. A todo ello se le sumó la falta de producción de Rice, que falló sus siete primeros tiros y no sumó ni un solo punto en el primer tiempo.
La buena noticia para los azulgrana fue Jonathan Holmes, el flamante fichaje del equipo de Bartzokas se salió en el primer cuarto (10 puntos y 100% de acierto), pero su aportación solo valió para mantener a su equipo en el partido, no para aspirar a ganarlo. Spanoulis mostró sus galones desde el principio.
El juego de Olympiacos, explotando al máximo los 2x2 y doblando pases exteriores para el tiro, no fue nunca bien defendido por el Barça. Tras un inicio igualado (8-7), Olympiacos dio el primer tirón del partido y se escapó (19-12).
Tomic, con dos faltas, fue sustituido por Dorsey, pero los griegos mantuvieron su ventaja (21-16). Sin Rice ni Spanoulis en pista, Koponen y Green se erigieron en directores de juego. Un triple del finlandés acercó a su equipo (23-21), pero el Barça no tenía continuidad en su juego, pese a que Spanoulis seguía viendo el partido desde el banquillo. La defensa de los griegos, con continuos contactos permitidos por la tripleta arbitral, y la timidez del Barça, que jugaba muy lejos de la canasta, supusieron un pobre espectáculo en el segundo cuarto.
Igualaron los griegos la máxima diferencia (32-25) en diez minutos que se cerraron con un parcial 11-9 y con Ante Tomic cargado con tres faltas. El Barça necesitaba un revulsivo para engancharse al partido, pero en la salida del tercer cuarto no se produjo. Al contrario, Olympiacos aumentó su máxima diferencia hasta los once puntos (39-28). Aunque apareció Rice y su equipo consiguió un parcial 0-6 (39-34), la falta de continuidad y las continuas pérdidas no permitieron al Barça completar la reacción.
De hecho, los griegos devolvieron prácticamente el parcial (44-34), en un cuarto en el que quedó demostrada la escasa calidad del juego. Se acercaron los azulgrana hasta el 44-38, pero cinco puntos de los griegos pusieron el 49-38 al término del tercer cuarto, cerrado con un triple de Papapetrou. El Barça tuvo remotas opciones en el último cuarto. Se situó a cinco puntos a 1:30 para el final (56-51), pero los de Bartzokas nunca creyeron en la victoria y acabaron cediendo por 59-52 y encajaron su tercera derrota en siete partidos. La próxima cita será el próximo viernes ante el Real Madrid en el Palau Blaugrana.