CON DAVID CAMPS

He vuelto

Hola "Ondaceronautas".

"He vuelto, ya está aquí la poesía, con sus penas y sus alegrías, con su risa y sus lamentos". Qué placer da despertar en casa después de haber vivido, y podido contar, una gesta tan extraordinaria. El café de la mañana, sabe mejor que nunca. ¿Cuántas veces habéis visto repetidas las mejores jugadas de España? Digo bien, las de España porque siendo innegable el dominio abrumador de Pau Gasol, nada hubiera sido posible sin sus lujosos lugartenientes.

ondacero.es

Madrid | 22.09.2015 13:40

España, campeona de Europa de baloncesto por tercera vez | EFE

"He vuelto, porque el calor de los míos han calado en mis sentidos..." Al terminar la retransmisión en Radioestadio, una vez José Eduardo Martínez Dorado (nada sería posible sin su maestría con la técnica) hubo recogido los innumerables objetos que llevaba, tuve la necesidad de detener mis pasos al final de las escaleras, a escasos metros de la puerta de salida, y mirar fijamente el escenario en el que España nos llenó de alegría y orgullo. "Lo hemos vivido", me dije con un escalofrío recorriendo mis venas.

Dudo que haya éxitos capaces de TRANSMITIR tanto. No es sólo una medalla de oro, la tercera en cuatro campeonatos (escalofrío constante), sino la forma en la que se ha conseguido. Si solemos emplear la expresión "saber de dónde venimos...", hoy es más necesaria que nunca. Este EQUIPO llegó al Eurobasket con la mochila más pesada que un deportista puede cargar. La carga no era de responsabilidad, era de "culpa" y tenían el serio propósito de enmendar el error.

"He vuelto, hoy oirán como repaso alegrías y fracasos que he tenido hasta el momento". Se lo tomaron casi como una cuestión personal. Un fiasco no puede empañar una trayectoria legendaria. Y se pusieron manos a la obra. Pero, es mi percepción, ese sentimiento de "culpa" llevó a jugar para no perder en los primeros envites. La cohesión, el trabajo, las ganas, la dedicación, el esfuerzo seguían siendo intachables y no hay, ni habrá, nada que reprochar a los jugadores por partidos como el de Serbia o Italia. Derrotas de las que extrajeron conclusiones y obtuvieron un aprendizaje necesario en un campeonato en el que debes ir a más con el transcurso de los días.

El camino lo tenían claro desde el principio, la confianza en cómo debían recorrerlo estaba pero...esa mochila. La culpa atenaza, la responsabilidad activa. Llegó el día de Alemania y el líder tomó la palabra. La mochila quedó en el arcén, que la coja quien quiera (Francia, Serbia, Grecia), y España comenzó a jugar en busca de su LEYENDA sin pensar más allá del momento actual. Ni pasado ni futuro, sólo existía el hoy. España empezó a jugar para GANAR.

"He vuelto, qué bonito ver personas que mi música les asoman: Soplo, vida, luz, aliento." Siempre a contracorriente y con el corrompido aliento de las gradas (siempre en contra), Alemania, Polonia, Grecia, Francia y Lituania quedaron reducidos a cenizas. El triunfo, dadas las circunstancias, no podía llegar sino por la vía de la épica. Un tiro libre que no entra para forzar la prórroga, una lesión minutos antes de empezar el partido, el constante abucheo de 27.000 personas, y llegó Francia.

17 de septiembre del 2015. Nuevo día en el santoral. ¿Cuántas veces has visto el mate de Pau? ¿Cuántas veces te has golpeado el pecho en su honor? "A mi Sabino que los arrolló", le faltó gritar. A su clase e inteligencia, le sumaron el corazón, la casta, la FURIA. Y lo vivió todo con un equilibrio asombroso. Ni una palabra más alta que otra, ni una vez habló de ÉL, permanente mención al EQUIPO.

Lograron un objeto infinitamente mayor que la victoria: TRANSMITIR a un país entero emociones inolvidables, momentos que permanecerán siempre vivos. GRACIAS PAU, GRACIAS EQUIPO.

"mil veces daré las gracias y hoy por fin digo: He vuelto".