El Atlético sufre pero tumba al Lugo con un doblete de Memphis Depay
Los de Simeone lograron la clasificación a la siguiente ronda en un partido en el que el Lugo puso en aprietos al conjunto madrileño.
Un doblete de Memphis Depay, entre el minuto 65 y el 73, arregló el mal partido del Atlético de Madrid en el estadio Anxo Carro, sometido por un Lugo que no acusó el tempranero tanto de Correa y tuvo contra las cuerdas al conjunto madrileño, que alimentó sus dudas ante un rival de la tercera categoría.
El Atlético se adelantó en su primera llegada: una apertura de Saúl a la espalda del lateral Johaneko, un buen centro de Javi Galán y el remate de Correa antes de que se cumpliera el minuto 2 auguraba otra cosa para los de Simeone. No fue así, principalmente por dos motivos. El primero fue que Memphis falló dos claras ocasiones que evitaron que la herida lucense fuese más profunda. La primera, tras un regalo del central Castrín; la segunda, después de un centro con la zurda de Nahuel Molina que cabeceó mal. Ambas en apenas seis minutos, entre el 13 y el 19.
El otro motivo fue que, sin fútbol, el Atleti tampoco igualó la intensidad con la que jugó su rival, que creció con el paso de los minutos. Los atléticos, sin alma, apenas apretaron en el centro del campo. A eso se unió el nerviosismo con el que jugó el central turco Çağlar Söyüncü, sacrificado por su técnico en el descanso; la falta de ritmo de Witsel, al que retrasó al centro de la defensa en el segundo tiempo; los problemas de Javi Galán en defensa; o la gris actuación de Saúl o Correa.
Casi ningún jugador se salvaba del desconcierto. El mejor ejemplo fue que Simeone introdujo un triple cambio en el descanso. Entraron tres indiscutibles: Koke, De Paul y Griezmann. Las luces de emergencia se habían encendido porque el Lugo había igualado antes del intermedio. Lo hizo con una genialidad de Antonetti, que dejó en evidencia a Giménez y Söyüncü antes de alargar su idilio con la Copa con una gran finalización. La jugada nació de un pelotazo de Tabuaço, en una acción en la que el banquillo visitante reclamó penalti por falta del portero portugués a Azpillicueta.
Antes de su gol, el delantero puertorriqueño ya había amenazado con un remate cruzado, pero el uruguayo Giménez sacó el balón bajo palos con Oblak ya superado (min.33).
El triple cambio de Simeone tampoco reactivó al Atlético, que reclamó nada más arrancar el segundo acto la segunda tarjeta amarilla para Nacho Quintana por una dura entrada sobre Witsel. González Fuertes miró para otro lado. El Lugo no se arrugó, y poco después soñó con la remontada con un cabezazo de Castrín que sacaron entre el larguero y Giménez otra vez bajo palos cuando la grada ya celebraba el gol. Un alivio para los de Simeone, que no aprendieron la lección porque todo siguió igual en los siguientes minutos hasta que Memphis golpeó al equipo de Paulo Alves con un doblete entre el minuto 65 y el 74. En el último suspiro, Azpilicueta se marchó lesionado y el Atleti acabó con diez.