Costó pero el Real Madrid ya está entre los dieciséis mejores del continente. Pocos dudaban de que lo consiguiera aunque pocos hubieran aventurado un pase tan complicado. El sorteo ha deparado un endiablado grupo el equipo de Mourinho. Al final el campeón español deberá de conformarse con la segunda plaza, mucho peor es lo que le espera al millonario Manchester City. Los de Mancini son un año más el gran fracaso de la competición.
El Etihad Stadium vendió muy caro el billete para la siguiente fase y eso que el Real Madrid comenzó como un martillo pilón. En modo campeón,el equipo español pasó por encima del Manchester City en la primera parte. Al descanso se fue con ventaja, merced a un gol de Benzema tras una asistencia de Di María, pero el botín fue exiguo a tenor de lo visto sobre el terreno de juego.
Al margen del tanto del ariete francés, el Madrid acumuló cuatro o cinco ocasiones para que el marcador se hubiera incrementado. Khedira tuvo dos remates francos tras dos buenos centros desde la izquierda de Cristiano, pero el alemán no acertó ante Hart. El centrocampista alemán fue un tormento para la defensa del City en la primera parte y a punto estuvo de firmar un gol antológico después de irse de dos jugadores.
El equipo de Mourinho bordaba el fútbol. Ataques combinados, contras vertiginosas y una solida defensa. No había una sola noticia de Agüero, Silva y compañía. Los locales tardaron más de veinte minutos en lanzar a puerta. Fue Agüero el que probó la colocación de Casillas.
Pasada la media hora de juego el City comenzó a animarse apoyado en la movilidad de Silva y las subidas de sus laterales (Kolarov y Maicon). Pero el Madrid era dueño y señor del partido. El resultado al descanso no reflejaba los méritos de unos y otros.
Mancini, obligado por las circunstancias, dio entrada a Javi García por Kolarov. La permuta mejoró las prestaciones del conjunto inglés que poco a poco se arrimó al área de casillas. Agüero fue el gran protagonista en los ataques del City. Primero se le fue largo un control anteCasillas y después recordó, por si no lo sabía ya, la razón del apodo del 'santo' de Casillas.
El de Móstoles hizo una parada imposible con la costilla ante un remate a bocajarro del argentino en el segundo palo. Mourinho, que ya comenzaba a temer lo que iba a ocurrir, metió a Callejón por un intermitente Modric. La apuesta era clara. Velocidad a la contra para matar el partido.
Pero en esas andaba el partido cunado el colegiado pidió su cuota de protagonismo. Una internada de Tévez por la izquierda acabó enpenalti y expulsión de Arbeloa. Jugada muy polémica y que Agüero no desaprovechó. A Mourinho se lo llevaban los demonios.
El portugués quitó a Benzema y metió a Albiol. El Madrid lo notó y tuvo que vivir de los balones en largo a Cristiano. El encuentro acabó con un partido roto donde el City pudo marcar al igual que el equipo español en alguna contra liderada por Cristiano.
Los de Mourinho ya están en octavos después de superar un grupo muy complicado. Vista la condena que le espera al millonario Manchester City es para estar contento.