El Celtic demuestra que el Barcelona puede perder
El equipo azulgrana se ha encontrado un muro en Glasgow Park que no ha sido capaz de superar. En cambio, el conjunto escocés ha aprovechado sus escasas ocasiones para obtener un botín de tres puntos.
Algún día tenía que perder este Barcelona entrenado por Tito Vilanova y esa circunstancia se ha producido en Glasgow en Liga de Campeones. El Celtic se ha impuesto por 2-0, con tantos de Wanyama y Watt, y ha roto la racha de imbatibilidad de los azulgranas, que se han quedado sin superar su mejor fase de grupos de la historia.
La superioridad en juego no siempre se refleja en los resultados. Es el encanto del fútbol, y lo que ha sucedió en un partido del que estaríamos hablando de monólogo, el azulgrana, si no fuera porque dos goles y un porterazo se colaron en el reparto protagonista. Foster se ha convertido en el héroe del partido al parar todo lo que le llegaba a su área.
Otra parte del mérito la tiene el planteamiento hiperdefensivo de su técnico, que impuso, más que un muro, una tela de araña en de la que no pasaba el balón pese a los esfuerzos culés. Incluidos los de Messi, que consiguió recortar distancias en el tiempo de descuento pero que no sacó el chupete ni tuvo dedicatoria para su hijo. La ocasión no lo merecía.
El argentino tuvo la primera ocasión del Barcelona en el minuto 8, pero se le fue por alto. A partir de ahí, junto a sus compañeros, tocó y tocó la pelota. Triangulaciones, paredes... de Messi junto a Iniesta, Xavi y Pedro que se quedaban sin recompensa, lo mismo que las subidas de sus laterales, Alves y Jordi Alba.
En cambio, al Celtic le bastó un córner para inclinar la balanza. Wanyama cabeceó el balón, que entró en la portería sin que Mascherano opusiera resistencia ni Valdés ponerle remedio. El equipo escocés no tuvo mucho más mérito en la primera parte. En cambio, el Barcelona se fue al descanso con dos balones al palo (de Messi y alexis), más de un 80% de posesión y un gol en contra.
La segunda parte repitió el guión de la primera. Monólgo azulgrana sin premio. Y eso se explica fundamentalmente porque en la portería del Celtic de agigantó Foster. Paró absolutamente todo ante los intentos de Messi e Iniesta.
La cosa pudo torcerse aún más para el Barcelona, ya que Alex Song se jugó su expulsión con una dura entrada por detrás Miku. El azulgrana, que vio una amarilla en la primera parte, mereció ver la segunda pero el árbitro decidió perdonarla. Ya urgido por la necesidad de cambios, Vilanova sacó a Villa, Piqué y Fábregas.
El ataque culé se convirtió entonces en asedio. Perdo cuando más cerca parecía el empate, llegó el segundo tanto del Celtic. Foster sacó en largo, Xavi no logró interceptar al balón y éste la cayó a Watt, que se fue por velocidad y superó a Valdés.
En ningún momento se vino abajo el Barcelona, que esta temporada se está haciendo un experto en remontadas. Y pareció posible incluso en el descuento, cuando Messi recortó distancias. Pero ya era el tiempo de descuento y la magia azulgrana no siempre surte efecto. Esta vez ha tocado derrota, la primera de la era Vilanova en la Liga de Campeones. Aún así, los culés siguen líderes del grupo G con 9 puntos y tienen en su mano el pase a la siguiente fase.