Esta semana se celebra la Cumbre del Clima en Egipto y también las elecciones norteamericanas de medio mandato, y en los dos sitios se han abordado, como no podía ser de otra manera, los retos, desafíos, problemáticas y expectativas de la sociedad del futuro. Lo curioso es que en todos los casos las conclusiones y posibles predicciones se han realizado comunicativamente de maneras muy altisonantes, casi amenazadoras. ¿Nos estamos volviendo unos adictos al apocalipsis?
¿Para que se escuche algo, hay que pintarlo con los colores del terror y del infierno? ¿Es una simple tendencia muy humana que a veces se nos va de las manos? Reflexionamos sobre ello con Sabino Méndez.