"Ganarás el pan con el sudor de tu frente" es una frase antiquísima que, muchos siglos después, plasmamos mañana en una celebración como el día de los trabajadores. Pero, ¿qué celebramos exactamente el primero de mayo? ¿el orgullo de los trabajadores? ¿la liberación del proletario? ¿la consecución de unas mejores condiciones de trabajo para todo el mundo?
Por un lado, todo el mundo teme al paro con lo cual tener trabajo se puede considerar un bendición pero, por otro lado, los viejos mitos nos dicen desde el origen de los tiempos que se castigó a Adán y Eva con la condena de tener que trabajar para sobrevivir.
Todo resulta un poco contradictorio ¿En qué quedamos? ¿El trabajo para el ser humano es una bendición o una condena? Sabino Méndezarroja un poco de luz sobre esas contradicciones.