Sabino Méndez: "Todas las virtudes del ser humano dejan de ser tan formidables en cuanto se da cuenta de que las tiene"

Por qué nos cuesta tanto a los seres humanos reconocer que nos hemos equivocado, por ejemplo Putin, tenía una idea equivocada seguramente de lo que representaba la invasión en Ucrania. Estos días, entre la ley de libertad sexual y la reforma del Código Penal tenemos dos ejemplos claros de esta resistencia a reconocer el error, hay consenso general en que no se hicieron bien las cosas y hasta el gobierno se plantea dar marcha atrás a la vista de los resultados pero resistiéndose a la vez, por todos los medios, a reconocer abiertamente que fallaron ¿es tan difícil decir no ha funcionado, calculamos mal, nos hemos equivocado?¿es un problema solo de humildad?

"Parece que el ser humano tiene problemas para entenderse con ese concepto de la humildad", afirma Sabino Méndez, y especialmente cómo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, donde se pueden ver "muchas de las líneas de conducta y de pensamiento de manera de ser del ser humano". Además, asegura que "tal y como conocemos el talante de nuestro presidente del Gobierno, se detecta perfectamente que puesto en la tesitura de tener que pedir perdón, seguramente se mostrará orgulloso de su propia humildad", lo que hace preguntarse el verdadero significado de la humildad dentro de la "arrogancia moral" de la legislatura vigente.

Para el autor, "todas las virtudes del ser humano, sea cuales sean, dejan de ser tan formidables en cuanto al ser humano se da cuenta que las tiene", se desvalúan, pero la que más puede sufrir de ello es la humildad. "Dado que nuestro presidente es un relativista, es decir, sus actos muestran claramente que para él todo es relativo porque todo pasa por estar relacionado con sus intereses y conveniencias para mantenerse en el gobierno, yo creo que tiene una visión de la humildad como de una especie de opinión sobre sí mismo", como algo que hablase bien de él mismo por opinar, explica Sabino Méndez, "como si la humildad consistiera para él en obligarse a opinar que sus talentos son menos valiosos de lo que íntimamente, en realidad, él cree que son", algo que viene con un tono de voz característico donde se esfuerza en decir algo que no piensa.

Por lo tanto, esto no sería humildad porque lo hace mediante la "simulación" aunque sea inconscientemente, porque "la verdadera humildad sería, creo yo, apartar la atención del hombre de sí mismo y enfocar esa atención en las cosas, en los hechos e incluso en nuestros vecinos", opina Sabino Méndez, sería alegrarse por los éxitos y no por los autores. A raíz de esta definición, recalca que es lo que diferencia a los problemas de Pedro Sánchez y los de Irene montero porque unos se basan en la "falsa modestia" y otros en "la dificultad que tiene de apartar la atención de lo ella cree su propio valor, de sí misma, y dirigirla al hecho colectivo". Ante esto, llega un problema si estás preocupado por tus propios talentos y dependen de si tienes razón. Se puede caer en el "mesianismo" o en el "autodesprecio", idolatrar o despreciar a los demás, como la rigidez que tiene Montero ante sus problemas.

Para finalizar, el sospechoso apunta que "si nos centramos en la cosa y nos olvidamos del valor de nuestros propios talentos es cuando hay un verdadero camino hacia la humildad. Que haga quien haga la ley, no contenga errores, sea buena para todos, sea lo mejor posible independientemente de las ideas de quien se la atribuya e intentar que con eso sí que lleguemos a un camino de humildad".