¿Cómo tomamos decisiones? Nos enfrentamos todos los días a ello, más o menos leves, pero siempre. Todo en la vida son toma de decisiones.
En un fin de semana de transición entre la primera vuelta de las elecciones francesas y la segunda vuelta, prevista para el fin de semana que viene, Sabino Méndez se pregunta por qué los seres humanos votamos como votamos. No qué votamos, sino cómo, es decir, el proceso mental que nos lleva a escoger una opción y no otra: "qué emociones hay detrás cuando vamos a votar".
Desde su punto de vista, independientemente de la ideología, los seres humanos votamos en función de tres razones: miedo, rechazo o esperanza.
En el caso del miedo y extrapolándolo a las elecciones en Francia, los votantes de Marine Le Pen "tienen miedo a que los inmigrantes les quiten su trabajo", o en el caso de España, "los votantes de Podemos tienen miedo de que los ricos den forma a una maquinaria de conspiración para conseguir beneficios".
En cuanto al rechazo, "hay quien no soporta la manera de vestirse y hablar de un político, sea la corbata roja de un conservador o el moño o coleta de un podemita". Por último, la esperanza, algo que todos tenemos: "si esperamos algo y un político es capaz de hacernos sentir emocionalmente que nos lo va a conseguir, es posible que ese sentimiento pase por encima de todos los datos y cifras y le votemos".
En cualquier caso, explica Méndez, "el votante es injusto" porque a la hora de la verdad "nadie en realidad vota por moral, justicia o para darle un premio a un político que se lo ha merecido". Y el problema viene cuando las ideas se convierten en "ideologías": "a partir de ahí es cuando se desarrollan los fanatismos y eso nos impide ver una realidad que está ahí fuera. A veces los votantes nos equivocamos y votamos contra la moral, la justicia y la paz".